Anecdotario de música clásica de todos los tiempos

Pasión, dolor y demás sentimientos encontrados, la música es un devenir a través de todos los estados de ánimo por los que el hombre se ha encontrado en la constelación de los instrumentos y de su propia alma, muestra que la pianista Amarylis Castillo Barrera dejó en una más de las presentaciones del Concierto de Cámara de la FES Cuautitlán.

Fue en el Aula Magna de Campo Uno donde la artista anunció una de sus compositores preferidos, Manuel M. Ponce, de quien ejecutó el Intermezzo y Scherzino mexicano, obras en las que se dejó escuchar la esencia de la música popular mexicana en consonancia con el canon europeo; siguieron tres obras de Manuel Ruiz Armengol, El Joropo (una danza típica de Venezuela que imita el andar de un caballo), y dos piezas de jazz, además de la Sonata en la menor K310 no. 8 de Mozart y el Vals de Chopin.

La presentación de la pianista comprendió piezas musicales de diferentes géneros y lugares del mundo, un concierto que, en sus palabras, estuvo enfocado en la armonía y la nostalgia como principales ejes de interpretación y en el que se habló de la música, de sus compositores y de su acontecer en el tiempo. “La nostalgia como ese sentimiento que nos hace regresar a nuestro lugar de origen”, remató.

Víctor M. Reyes Flores

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