Académica, comprometida con la preservación del patrimonio mural mexicano

El muralismo mexicano fue un movimiento pictórico originado después de la  Revolución Mexicana. Su objetivo fue representar la identidad nacional a través de retratos cuya carga política y social legitimaron una auténtica estética latinoamericana. Debido a que esta corriente se convirtió en el fenómeno artístico más importante del siglo XX, hoy es un referente en la historia de la pintura alrededor del mundo.

Inspirados en los vanguardistas, los muralistas impregnaron en su trabajo un enfoque que apenas había sido abordado por el realismo social: la lucha de clases. Su intención fue utilizar sus obras como herramientas que despertaran una conciencia social colectiva.

Bajo esta idea abandonaron los caballetes y los sustituyeron por muros de edificios públicos, el propósito fue llegar a más personas sin importar género o clase. Sus representantes más importantes fueron David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera.

Tomando en cuenta que el muralismo tiene la capacidad de contar fragmentos de la historia, el interés por estudiar y reconocer sus orígenes es una constante, por eso la doctora María de las Mercedes Sierra Kehoe, académica de la FES Cuautitlán, desde hace tiempo ha desarrollado una línea de investigación a partir del análisis y narrativa del arte mural en México.

En entrevista para la gaceta UNAM Comunidad, señaló que es importante conocer los murales porque a partir de ellos podremos reconstruir distintos sucesos históricos (narrativa histórica), “de lo contrario la memoria humana se pierde” señaló.

Trayectoria y colaboración

 

Con veinticinco años de trayectoria, la especialista cuenta con estudios de maestría y doctorado en Historia del Arte. Se ha desempeñado como profesora de posgrado, además fue miembro del seminario “El Muralismo, producto de la Revolución Mexicana” perteneciente al Instituto de Investigaciones Estéticas.

Es miembro fundador y profesor invitado para la licenciatura en Muralismo de la Universidad Nacional de la Plata en Argentina y coordinadora de dos seminarios de investigación de la Facultad de Artes y Diseño (FAD) y de nuestra institución.

Dentro de su trayectoria cuenta con proyectos como “Análisis de técnica al fresco”, “Los Caprichos Secretos de Diego Rivera” y “La lucha sindical Pablo O’Higgins”, entre otros. Actualmente trabaja en colaboración con TV UNAM, el Instituto de Física y la FAD, ambos de la UNAM. Sus estudios se han centrado en la Cátedra de investigación abocada a la atención de murales del siglo XX que representan alguna problemática histórica.

El objetivo de este grupo de trabajo es consolidar un equipo interdisciplinario de investigación en el área de pintura mural del siglo XX y al mismo tiempo realizar la recuperación histórica de los documentos y fotografías pertenecientes a los archivos de los artistas e instituciones para formar bases de datos digitales, ya que en el presente no existe ningún inventario de la pintura mural mexicana.

Proyecto “Escuelas Funcionalistas” Escuela Carlos A. Carrillo

Hace aproximadamente dos años la doctora Sierra y sus colaboradores han trabajado en el proyecto “Escuelas Funcionalistas”, Escuela Carlos A. Carrillo, el cual surgió cuando la maestra María Teresa Matabuena Peláez, directora de la biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Universidad Iberoamericana  contactó a la doctora Sierra para hablarle sobre una serie de antiguas fotografías de murales de los que no se tenía registro. Este material fue producto de una donación de libros,  realizada por el señor Manuel Arango.

Se sabe que los murales se realizaron en la Escuela Carlos A. Carrillo en el año de 1934 y que forman parte de las Escuelas Funcionalistas que construyó Juan O’ Gorman por encargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), los autores de estos son Máximo Pacheco, Jesús Guerrero Galván y Roberto Reyes Pérez. No obstante, se desconoce si los murales fueron destruidos o encalados.

Con el impulso del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) se realizó una larga investigación, la cual concluyó que estos permanecen en la Escuela Carlos A. Carrillo y que se cubrieron a sólo un año de su creación, debido probablemente a que su discurso narrativo era anticlerical, “era demasiado violento para esos años y ese contexto social”, argumentó la doctora Sierra.

Bajo nueve capas de pintura se encontró el trabajo de los artistas integrantes de la Asociación de Trabajadores de las Artes Plásticas (ATAP). A la fecha, después de una serie de procedimientos se conoce la  ubicación exacta de los murales dentro de la escuela y se cuenta con la reconstrucción digital de cada uno de ellos.

Se enriquece el acervo muralístico

A pesar de que aún faltan procedimientos y papeleo para que los murales sean completamente visibles, cuando sean revelados se podrá ilustrar un segmento del patrimonio mural mexicano.

Cada pieza muralística es la expresión de una creación humana a lo largo de la historia, ya que contiene una riqueza única en sus logros estéticos, sus materiales y sus técnicas. Su destrucción representa una pérdida que afecta al patrimonio cultural del mundo, por tanto a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se le ha encomendado brindar las herramientas necesarias para preservar y difundir el saber a través de obras artísticas.

En este sentido, la universitaria describe este acontecimiento como un hallazgo que pocos investigadores tendrán en su vida, le satisface saber que su labor contribuye al enriquecimiento del acervo muralístico del que se tiene cuenta, puesto que muchas de las obras de estos artistas fueron destruidas, “estos murales merecen recobrar el reconocimiento que nunca tuvieron, ahí la importancia de este suceso”, remató.

“El arte es siempre aprender de los descubrimientos y experiencias que ya han adquirido otros”, tal y como lo refiere Henk Borgdorff en su debate sobre la investigación de las artes. Por eso es tan trascendental el trabajo de la doctora María de las Mercedes Sierra Kehoe, quien durante su amplia trayectoria ha velado para que las artes no sean excluidas del análisis científico.

María Dolores Elizondo Alvarado

También podría gustarte