Dialogan sobre tecnología e inclusión

Sin duda alguna, la tecnología se convirtió en la protagonista de esta pandemia. Gracias a ella podemos seguir trabajando, estudiando y desarrollando otras actividades. Sin embargo, su uso puede ser motivo de exclusión pese a que su función primordial es facilitadora.

Bajo esta premisa la FES Cuautitlán y el Pacto de América Latina por la Educación con Calidad Humana (PALECH) organizaron la mesa de opinión “Tecnología Inclusiva”, con el propósito de contribuir a que las herramientas digitales se adapten a las necesidades de cada usuario. El debate fue moderado por la doctora Lourdes González Perea, experta en tecnologías accesibles, comunicación y educación, por la Fundación Once.

 A manera de introducción, la especialista explicó que una aplicación o programa se considera incluyente si puede ser usado por cualquier persona, sin importar su condición física, sensorial o intelectual. Para su implementación y ejecución, consideró importante la capacitación. También, destacó la adaptación de los procedimientos y la forma en la que se desarrollan las actividades, como elementos fundamentales.

En la charla participaron los doctores María Socorro Rosario, directora del campus Ana G. Méndez University Orlando, Florida; Carmen Márquez Vázquez, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid; Roberto Saint Martin, director de Robotix; Francisco Javier López Martínez, director de Impacto Social Santander Universidades y el maestro Bienvenido Espinosa Cano, director de Operaciones Berger-Levrault, España.

Los exponentes comenzaron la plática definiendo el concepto de inclusión, como la posibilidad que todos los individuos tenemos de participar, en igualdad de condiciones, en todos los ámbitos (desde el educativo hasta el laboral), sin importar, condición social, género, edad, sexo, discapacidad o cualquier factor. Además, la doctora Márquez declaró que la UNESCO estableció que la educación debe ser inclusiva, equitativa y de calidad en todos los niveles.

Siguiendo con este tema, el doctor López habló de su experiencia con las universidades. Admitió que en esta contingencia ni estudiantes ni profesores estaban preparados para impartir ni tomar clases en línea. Desde esta idea, destacó la falta de acceso a dispositivos de conexión y servicio de internet como los principales problemas y, aunado a eso, casi nadie ha diseñado material para públicos variados: que cuenten con subtítulos, descripción de imágenes y/o intérprete de lengua de señas.

La doctora Rosario aceptó que, a raíz de este drástico cambio, han capacitado a catedráticos y a universitarios, para continuar con esta modalidad de trabajo. Recalcó indispensable apostar por pedagogías incluyentes, en lugar de repetir métodos tradicionales que excluyen o limitan el aprendizaje.

En cuanto a las aplicaciones o a su desarrollo, el maestro Espinosa aseguró que las empresas tienen la responsabilidad de enfocar los productos para responder, tomando en cuenta todas las necesidades desde su concepción. Para finalizar, el doctor Saint Martin invitó a reflexionar sobre cómo crear un mundo más inclusivo, ya sea de manera individual o como parte de una organización.

Martha Guadalupe Díaz López

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