Exponen aspectos generales sobre la personalidad criminal

“El Pacto de América Latina por la Educación con Calidad Humana (PALECH) busca contribuir con la sociedad de forma contundente”, aseguró su presidenta, la doctora Adriana Palma, al inaugurar la videoconferencia “Mentalidad Criminal: Una aproximación a la mente psicópata”, una charla organizada en colaboración con la FES Cuautitlán.

En seguida, el maestro Carlos Luis Avendaño Paredes, criminólogo e investigador del Centro de Altos Estudios en Ciencias Sociales (CAECS), de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), dijo sentirse honrado por la invitación de la FES Cuautitlán y agradeció a los 641 asistentes provenientes de distintos países: Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Venezuela, entre otros.

Para iniciar su participación, el especialista expresó que el objetivo principal de la charla fue brindar un acercamiento a la mente criminal, pues actualmente se tiene una perspectiva muy atípica sobre ella. Aunque en la actualidad existen muchos psicópatas en nuestro entorno, es difícil detectarlos porque no cometen delitos y su comportamiento se encuentra dentro de los límites establecidos.

De igual manera, destacó que las conductas violentas se agrupan en tres categorías: violencia proactiva, reactiva y mixta. La primera comprende acciones que generan daño a un tercero y está orientada en la obtención de algún tipo de beneficio, por tanto, es organizada y premeditada. La segunda tiene que ver con la satisfacción de emociones y está muy vinculada a la impulsividad y la ira. La tercera involucra la unión de las dos anteriores.

Respecto a las personas con rasgos psicopáticos, señaló que son considerados camaleones sociales, ya que se comportan de acuerdo con sus necesidades y tienen habilidades para mentir e imitar. “El psicópata no es un enfermo mental que se deslinde de la realidad o se le nuble la razón, está absolutamente consciente de sus actos y del daño o sufrimiento que causa, pero no le importa porque deshumaniza a los otros”, aseguró el maestro Avendaño.

Después, el ponente se refirió a la escala de evaluación de la psicopatía de Hare, para resaltar tres factores de este trastorno: el interpersonal/afectivo (alude al afecto superficial, la crueldad y la falta de remordimiento), la desviación social (relacionada con la necesidad de estimulación, el escaso autocontrol y la irresponsabilidad) y los ítems adicionales (conducta sexual promiscua y versatilidad delictiva).

Por último, habló de la prevención de este desequilibrio, detectando a menores de edad con procacidad delictiva. Sugirió que, entre los profesionales de la salud, se debe ampliar la atención desde la infancia, reforzar la educación en torno a la patología y generalizar el diagnóstico de la psicopatía forense.

María Dolores Elizondo Alvarado

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