Crean tratamiento transdérmico para la osteoporosis

Existen diversas enfermedades que no son atendidas debido a la falta de una sintomatología importante, provocando graves repercusiones en la salud de la población. Ejemplo de ello, la osteoporosis, una afección que ocasiona la disminución progresiva de la densidad ósea.

De acuerdo con datos de la Fundación Internacional de la Osteoporosis, se estima que una de cada 12 mujeres y uno de cada 20 hombres sufrirán una fractura de cadera a causa de este padecimiento. Además, se sabe que la probabilidad de que presenten una segunda ruptura es alta. De ahí la relevancia de iniciar un tratamiento a tiempo.

Actualmente, existen dos tratamientos para esta enfermedad: la administración de vitamina D y calcio, con la finalidad de darle mayor resistencia a los huesos, y la toma de distintos fármacos para disminuir los malestares. Uno de los más usados es el alendronato de sodio, que disminuye considerablemente la resorción ósea (procedimiento en el que las células denominadas osteoclastos se adhieren al tejido óseo y lo destruyen).

Sin embargo, su consumo (vía oral) produce diversos problemas gastrointestinales, como una severa irritación provocada por su adherencia al esofago.

Ocupados en innovar en las formas de administración farmacéutica a fin de evitar reacciones desfavorables en la salud de las personas, el doctor José Juan Escobar Chávez, responsable del Laboratorio de Sistemas Transdérmicos y Materiales Nanoestructurados, y la licenciada en Farmacia Jessica Aglae Victorino Zuñiga, egresada de la FES Cuautitlán, desarrollaron un parche transdérmico acoplado a microagujas poliméricas huecas biodegradables que liberan el alendronato de sodio a través de la piel.

La importancia del diagnóstico oportuno

En entrevista, el académico explicó que entre las causas de la osteoporosis se encuentra la deficiencia de calcio, que está estrechamente ligada con problemas hormonales en hombres y mujeres. Señaló que también durante el proceso de envejecimiento se pierde densidad ósea.

“Esta enfermedad se considera silenciosa porque no presenta síntomas importantes, comienza con un simple dolor de huesos hasta el sufrimiento de múltiples fracturas”, explicó. Por tanto, es importante realizar estudios de densidad ósea a partir de los 30 años, para conocer el estado en que se encuentra y así evitar la pérdida de la misma.

De acuerdo con la investigación de los universitarios, “se proyecta que para 2050 la población envejezca considerablemente, lo que traerá consigo un aumento de dicho padecimiento, representando una carga muy fuerte para el sector salud”.

En este sentido, el proyecto, además de poner en evidencia la relevancia de la cultura de prevención, demuestra su impacto favorable en la salud de la población, al resolver una de las grandes demandas del futuro.

Características del parche transdérmico y ventajas

El doctor Escobar explicó que esta línea surgió por la necesidad de ofrecer un tratamiento para la osteoporosis que no tuviera efectos negativos en los órganos gastrointestinales (como en el caso de los fármacos administrados vía oral).

Cabe destacar que el alendronato de sodio tiene una muy baja biodisponibilidad, ocasionando que el aprovechamiento de la dosis sea poco, ya que durante el primer paso hepático se pierde gran parte de la cantidad suministrada. Por eso, el parche transdérmico acoplado a microagujas poliméricas huecas biodegradables es una excelente alternativa farmacéutica, porque permite el paso de la sustancia a través de la piel.

 Este método simula microinyecciones que contienen la solución, pues por esta vía se puede introducir una mayor cantidad de la equivalente a una tableta vía oral, lo que se traduce en otra gran ventaja.

Aunado a lo anterior, el investigador aseguró “en el laboratorio se desarrollaron microagujas con polímeros biodegradables y biocompatibles (compatibles con las células y tejidos del ser humano), con la intención de que los materiales se puedan degradar y no generen desechos que afecten al medio ambiente”.

Por otra parte, apuntó que éstas tienen una buena dureza y que son capaces de perforar el estrato córneo (capa de piel que podemos observar en el exterior) sin llegar a la dermis, ya que ahí se encuentran terminaciones nerviosas en las que se podría generar cierto malestar. 

Además, las evaluaciones de irritabilidad en humanos no han mostrado reacciones adversas, ya que la geometría de las agujas es adecuada para perforar la piel, permitiendo la liberación del alendronato de sodio y dándole un mejor aprovechamiento a la dosis al evitar el paso hepático.

Respecto a la colocación, el parche puede situarse en el antebrazo, la zona abdominal o lumbar por el mismo paciente, sin intervención de personal médico especializado. De modo que, en caso de presentarse alguna molestia, puede ser removido en cualquier momento, suspender la administración del fármaco y con esto evitar alguna alergia de cualquiera de los componentes de la fórmula o de las microagujas, lo que es otro acierto de este dispositivo.

“Se propone que se aplique una dosis única durante el día en lugar de la toma de varias tabletas, porque el parche funciona como reservorio”, explicó el académico. En este sentido, agregó que el paciente podrá realizar sus actividades cotidianas sin que se olvide de tomar el medicamento de su tratamiento.

Las metas del proyecto

El año pasado el doctor Escobar registró la patente de este innovador producto ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), por lo cual la investigación está en proceso de evaluación para ser acreditado dentro del sector farmacéutico.

Debido a que el docente desea continuar con la creación de este tipo de reservorios para el tratamiento de otras enfermedades, la siguiente etapa será evaluar la utilidad de la administración de una gama más amplia de medicamentos enfocados en otros padecimientos.

Finalmente, extendió un agradecimiento a sus alumnos. “Mucho de lo que somos y hacemos en el Laboratorio es gracias a nuestros estudiantes,” enunció para reconocer la labor de Jessica Aglae Victorino Zuñiga, responsable de esta propuesta. También, agradeció el apoyo brindado por los proyectos PIAPI 2015, PAPIME 201420, PAPIIT IG 100220 y CONACYT CF-140617.

Liliana Alvarado Sánchez

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