¿Cuál es el impacto de la inflación en México?

De acuerdo con El Economista, la inflación es un proceso económico usual por el que atraviesa un país debido al aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios de un periodo a otro. En éste influyen el mercado internacional, las decisiones administrativas del gobierno y los fenómenos naturales y climatológicos que afectan a nivel agrícola. En la cotidianidad, se refleja cuando la misma cantidad de dinero ya no es suficiente para comprar lo mismo que antes.

Sobre este tema habló el doctor Rogelio Sánchez Arrastio, economista y académico de la FES Cuautitlán, quien presentó un panorama legible sobre las causas y repercusiones de este fenómeno alrededor del mundo y en la población mexicana.

Contexto externo 

Para entender cómo se comporta este proceso económico en nuestro país, el especialista explicó que existen diversos tipos de inflación y se centró en dos: la general o convencional y la subyacente. La primera es determinada por el aumento de costos de productos y servicios a nivel interno y externo,  mientras que la segunda se calcula por el alza de precios únicamente a nivel interno.

La inflación general afecta en mayor medida nuestra economía porque México importa una gran cantidad de productos de consumo intermedio (insumos de producción) y de consumo final (alimentos, mobiliario, vestido, etcétera). Un claro ejemplo son los combustibles, como el gas y los energéticos.

En diciembre de 2021, la nación reflejó un encarecimiento del 7.36% a causa de los altos precios del mercado internacional. Por lo cual ocupó el quinto lugar entre los países con mayor inflación, rebasado sólo por Argentina, Turquía, Brasil y Rusia.

Por otra parte, según datos revelados por El Financiero, Estados Unidos, principal socio comercial de México, registró un índice de 6.8% y se  colocó en el sexto puesto. Estas situaciones provocaron que a finales del año pasado se diera un incremento en los costos de diversos productos: pollo, plátano, carne de res y la gasolina de bajo octanaje. En contraparte, el tomate verde, gas doméstico y jitomate tuvieron una leve disminución.

Otra aspecto importante es la pandemia, que ha tenido un impacto variable en la economía mexicana. En un principio frenó la demanda de diversos productos y, en consecuencia, ocurrió una baja en sus precios. Sin embargo, con la reactivación económica mundial se ralentizaron las cadenas de suministro para el abasto de productos y servicios a nuestro país (principalmente el transporte a gran escala y la importación de alimentos y materias primas).

Ejemplo de ello fue el alza en los costos de los chips para la fabricación y el armado de automóviles, originada por  falta de distribución. Cabe señalar que los sectores que se beneficiaron con la pandemia fueron el farmacéutico, tecnológico, alimentario y comercio electrónico. A la inversa, la hostelería, el comercio tradicional, el turismo y la automoción redujeron su ingreso.

Contexto interno

A nivel interno ocurre la inflación subyacente, que refiere al aumento de precios de los productos y servicios que se realizan dentro del país. A finales del año pasado se reportó una subida del 5.94% en los precios a nivel interno. Es importante señalar que en este fenómeno influyen, de manera importante, las decisiones gubernamentales sobre el pago de impuestos, servicios y productos regulados, como la gasolina.

El doctor Arrastio señaló que a nivel interno es más fácil controlar la inflación, por lo que sugirió diversas acciones para lograr una estabilización de costos de productos y servicios.

Recomendó priorizar la producción de bienes y servicios que, en su mayoría, son consumidos por los mexicanos y que además se importan. Es el caso del sector energético, que de abastecerse internamente evitaría la volatilidad de costos y privatizaciones.

Asimismo, indicó que se debe fortalecer la productividad de  pequeñas y medianas empresas y, al mismo tiempo,  incrementar la demanda de sus productos mediante la dotación de recursos a la población para reactivar la economía, incentivando los programas de ayuda para personas de la tercera edad y becas para estudiantes.

Otra acción relevante que debe llevar a cabo el Estado es informar adecuadamente a la población sobre el incremento de los precios del mercado interno, a fin de evitar el crecimiento en la demanda de bienes y así frenar el encarecimiento ficticio.

Por otra parte, debe garantizar a sus pobladores que el salario mínimo permitirá cubrir sus necesidades básicas. En este sentido, subir el sueldo en función de la inflación no es una medida viable para enfrentar este proceso económico, pues en años anteriores esto provocó la pérdida de su poder adquisitivo.

La misión del Banco de México es preservar el valor de la moneda nacional  a lo largo del tiempo. Por eso, una de las acciones que puede llevar a cabo para estabilizar la economía es acrecentar las tasas de solvencia para el ahorro, con la finalidad de motivar a la población a guardar un porcentaje de su ingreso, en lugar de gastarlo en su totalidad.

Fenómenos naturales y climatológicos

Un hecho que también  impacta en la inflación son los cambios climáticos, ya que la producción agrícola se ve mermada y  propicia la escasez de algunos productos. Por eso, se da una mayor demanda y aumento de costos, tanto a nivel interno como externo.

Éste es el caso del limón, cuya cosecha se redujo este año por las heladas, causando el desabasto y encarecimiento de su precio, que actualmente oscila entre los 60 y 80 pesos el kilogramo.

En medio de este escenario, el especialista planteó diversas medidas que puede tomar la población para proteger sus finanzas personales de la inflación. Una de ellas es evitar las compras de pánico a fin de esquivar las repercusiones del efecto inflacionario en un futuro cercano, ya que esto provoca una inflación por expectativas, como las que ocurren en las crisis.

Esto se vio al inicio de la pandemia, pues hubo una compra indiscriminada de artículos de higiene y desinfección,  entre ellos, papel sanitario, aerosoles sanitizantes y mascarillas.

El economista también habló de la fantasía de las compras a meses sin intereses, en las que incurre una gran cantidad de personas, pues aseguró que con ellas comprometemos nuestro ingreso futuro debido a que las inflaciones generan cambios en nuestro consumo habitual. “Hay  que tener presente que nuestro salario puede mermar constantemente”, indicó el entrevistado.

Además, subrayó que debemos ser conscientes de las necesidades reales y el anhelo de adquirir ciertos productos, enfatizando que podemos efectuar ambos siempre tomando en cuenta las posibilidades de compra en el presente.

Para terminar, sugirió llevar a cabo las compras de la canasta básica de forma colectiva, fomentando la cooperación y no el individualismo. Esto con el fin de reducir el gasto que se efectúa para cubrir las necesidades básicas.

Liliana Alvarado Sánchez

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