La estampación, el referente más antiguo del diseño

El nacimiento del diseño se originó con la estampación que cimentó las bases para la elaboración de la representación visual y su reproducción. A lo largo del tiempo, surgieron diversas formas de realizar este proceso, al cual también se le dieron diferentes usos. No obstante, en la actualidad, prevalece un objeto que conserva las características originales ejecutadas en la antigüedad, el billete.  

En su composición gráfica,  uno de los elementos que salta a la vista en este impreso de valor fiduciario es la presencia de personajes históricos hechos mediante la técnica del grabado al buril, un proceso de impresión antiguo que consiste en el tallado línea por línea de placas metálicas  para dar volumen y textura a las figuras. Aunque éste es el ejemplo más inmediato de las técnicas de impresión pasadas, no se considera un material de diseño porque no tiene un fin publicitario, de difusión o comunicativo. 

Con el objetivo de conocer el origen del diseño y su relación con las artes, el doctor Héctor Raúl Morales Mejía, académico de la carrera de Diseño y Comunicación Visual, ha desarrollado la línea de investigación “Estudio de procesos antiguos de estampación”, construida a lo largo de su trayectoria como docente, investigador y productor visual.

Del grabado a la estampación

En su trabajo, el universitario ha abordado el diseño desde las perspectivas histórica, utilitaria y artesanal, para recabar los elementos más relevantes que fundamentan esta disciplina, como la estampa, la fotografía y el dibujo. Entre las técnicas antiguas referidas por el doctor Morales se encuentran la xilografía (grabado en madera), la calcografía (grabado en metales) y la litografía (grabado en piedras calizas).

La ejecución de éstas parte del mismo fundamento, que consiste en grabar figuras sobre dichas superficies (madera, metal o piedras calizas) para después transferirlas al papel mediante tintas y otros aditamentos, obteniendo así grandes tirajes de un mismo diseño. Cabe destacar que a finales del siglo XVI, su fin fue estilístico, estético y canónico, ya que se les dio un tratamiento técnico y expresivo. 

Para finales del XVII, el investigador explicó que la estampación sufrió importantes transformaciones para ajustarla a los intereses de la pintura, la arquitectura y la ilustración. De modo que se exploraron diversas posibilidades expresivas con la que las artes complementaron sus procesos productivos.

Luego, durante la segunda mitad del siglo XIX, “con la invención de la litografía, la fotografía y la serigrafía,  el grabado adoptó actitudes nuevas, por un lado ser un dibujo más descriptivo, y por otro tuvo una relación más directa con la realidad inmediata”, reveló. 

A finales de este periodo, este proceso productivo reafirmó su posicionamiento como obra de arte, dejando de ser un elemento decorativo y difusor de ideas. Finalmente, en la primera mitad del siglo XX fungió como reflejo histórico y motivo creativo de los artistas.

La relación del diseño gráfico con el arte

A lo largo de su trayectoria profesional y desde su experiencia como artista plástico, el doctor Morales se ha ocupado en fundamentar el papel de las artes en el diseño gráfico, pues esta disciplina surgió de forma artesanal a partir de la creación de imágenes impresas mediante procesos manuales, mejor conocidas como estampas. 

Pese a que este procedimiento creativo ha cambiado, el académico señaló que es importante que los diseñadores conozcan los sucesos históricos que atañen su campo de estudio para encontrar las similitudes y diferencias de lo que se hace actualmente en los talleres de impresión, pero no desde un aspecto evolutivo sino desde los aportes que traen al desarrollo de sus procesos creativos, ya que “con la producción manual de imágenes se promueve la exigencia continua, la conciencia estética, la intención expresiva y una solvencia técnica”, apuntó. 

Para sustentar esto, el doctor Morales se valió de tres fuentes importantes: la revisión documental y visual de las artes, su experiencia productiva en el grabado al buril y la opinión de diversos grabadores mexicanos, como Francisco Moreno Capdevilla, Jan Hendrix, Ricardo Morales López, Luis López Loza y Alejandro Alvarado Carreño.

Gracias a este recorrido, señala que el diseño inició de forma artística modificándose a través del tiempo para cumplir con objetivos publicitarios, de difusión y promoción, lo cual se refleja en la impresión de materiales como libros, carteles, revistas, mapas, periódicos, etcétera.

En su documentación, el investigador reveló que el diseño y las artes están íntimamente relacionados y uno se sirve del otro, aunque no persigan los mismos objetivos. Por ejemplo, desde los inicios de la estampación, el arte ocupó el diseño para llegar a las masas, mientras que el diseño ha empleado preceptos del arte en su producción de material visual. No obstante, en la actualidad esto ha disminuido considerablemente, ya que el quehacer creativo  está mediado por  la tecnología. 

En ese sentido, tanto él como los grabadores citados anteriormente concluyeron que los procesos para hacer impresos han perdido relevancia por diversas situaciones, entre ellas la estandarización de métodos, la poca estimulación de una cultura visual  en las academias y  la prevalencia del éxito económico frente al quehacer intelectual.

Las técnicas antiguas de impresión 

Xilografía: técnica que se caracteriza por el tallado de una imagen en madera mediante herramientas como cuchillos, cinceles y gubias, con la intención de que las figuras trazadas queden en relieve. 

Calcografía: técnica en la que se realizan incisiones directas en metales con una herramienta llamada buril (barra de metal templado con un corte de cuarenta y cinco grados en la punta). Éste es uno de los procesos más complejos porque el trabajo de tallado es más minucioso, ya que el dibujo se conforma de un  entramado de líneas que se realizan una a una dando volumen y textura a las formas con más precisión, por lo que se requiere usar lentes a partir de diez aumentos para ejecutarlo. 

La incisión en los metales también se hace de forma indirecta con el uso de ácidos que carcomen las áreas que el ejecutante ha dispuesto a propósito, para obtener diversas tonalidades en el dibujo resultante, ya que este tipo de grabado absorbe más tintas que el grabado al buril. A estos procedimientos se les denominó aguafuerte y aguatinta. 

Litografía: Este proceso de impresión está basado en el precepto químico de que el agua y el aceite no se mezclan. El método consiste en elaborar un dibujo sobre una piedra caliza con una tinta grasa, posteriormente la superficie debe humedecerse constantemente con agua para quitar el exceso de colorante donde no se hicieron los trazos, a fin de que al colocar el papel sólo absorba el pigmento graso y no el agua.

Datos del Doctor Morales

Desde los doce años, el doctor Héctor Raúl Morales Mejía se adentró a practicar el grabado al buril, ya que en su infancia tuvo importantes acercamientos con el arte que lograron impactarlo. A esto, se conjuntó su habilidad por el dibujo, que lo  llevó a descubrir su pasión por esta técnica productiva de la imagen. 

El doctor Morales es el único docente de la FES Cuautitlán que cuenta con una preparación plástica de este tipo, incluso forma parte de un reducido grupo de grabadores que preservan esta técnica en la actualidad, con su ejecución y constante investigación que realiza. 

Entre los aspectos que más disfruta al hacer grabado en buril, además de la ejecución en sí misma, es confrontar su capacidad de producción con los resultados obtenidos. 

“El grabado con buril implica la inversión de dolor físico en manos, ojos y espalda, paciencia infinita y nada de prisas ni pretensiones. A cambio de esto  se obtiene un logro, aunque no siempre te acercas al resultado el resultado se abona a tu experiencia productiva”, aseguró. 

Actualmente el académico trabaja en un proyecto del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) llamado “Metrología y óptica en cuatro grabados de Alberto Durero”, estudio científico que aborda la relación que hay entre el tratamiento lineal del grabado del siglo XVI con la teoría de la relatividad especial de Einstein y otros fenómenos físicos, principalmente ópticos.

Liliana Alvarado Sánchez

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