A lo largo de la historia, las mujeres han demostrado ser parte fundamental de la cultura; desde la ciencia, las artes y la familia misma, son pilar de lo que hoy la humanidad ha logrado como especie y sociedad. Para hablar de dos mujeres que son ejemplo de su tiempo por sus elecciones y trascendencia, el Auditorio de la Unidad de Seminarios de Campo Uno recibió a la maestra Paola Edith Briseño Lugo, quien presentó la conferencia “Decisiones de mujeres, ciencia, arte y familia”.
El título inspiró la charla de la conferencista, pues a partir de la vida, obra y decisiones de dos de las mujeres más influyentes de su tiempo pudo explicar el fundamental papel de este género. La primera a la que se refirió fue a Rosario Castellanos, poeta, novelista y académica de la Universidad que colaboró en el Instituto Nacional Indigenista y fungió como embajadora de México en Israel.
“Rosario fue nube, tornado, tempestad, ironía, una mujer capaz de demoler con palabras su propio mausoleo”, se dijo al respecto de la frase de José González Méndez sobre la escritora chiapaneca. No obstante, se pretendió ir más allá, puesto que para atenuar cada uno de sus logros fueron presentados algunos aspectos de su vida familiar, como su matrimonio, la infidelidad de su esposo, el aborto y la muerte de una hija.
Destacando que la ciencia también es un camino más en la vida profesional de la mujer, habló de Marie Curie, científica de origen polaco a quien se le atribuye el descubrimiento de dos elementos químicos. ¿Qué la hizo destacar en su tiempo? La conferencista dijo que la influencia de su hermana y de sus padres, su trabajo como institutriz, el amor de su esposo, con quien compartió el premio nobel de Física en 1903, la maternidad y la Primera Guerra Mundial. “Marie es una serie de eventos, algunos muy necesarios”, puntualizó.
El punto cumbre llegó cuando la maestra enlazó a ambas mujeres, presentando algunos párrafos del discurso que Castellanos expuso en conmemoración del Día Internacional de la Mujer. “La abnegación: una virtud loca”, un brillante mensaje mediante el cual destacó que el sexo no representa una fatalidad, sino una forma de alcanzar el éxito en función de las condiciones.
A partir de la enunciación de este discurso, con el que buscó entender el contexto actual en contraste con el de entonces, aseguró que las relaciones de la mujer, en todos los ámbitos (familiar, laboral, social y cultural) deben ser más equitativas. Sin embargo, manifestó que es ésta la que ha desperdiciado las defensas jurídicas de la constitución, por lo que ha aceptado su derecho a la abnegación. Hoy, en el siglo XXI, la conferencista se preguntó: “¿Esto ya cambió?”.
Por último, incitó a la reflexión en torno a la campaña internacional He for She: “El llamado no es para construir mejores relaciones, sino para construir una sociedad más equitativa. La equidad de género todavía tiene un camino muy importante por recorrer, pero la UNAM es un nicho maravilloso que tenemos que aprovechar”, concluyó.
Víctor M. Reyes Flores