Laura Lizbeth Lucio Leandro
Destinada a los profesores que se han distinguido por el ejercicio de su labor docente, se entregó la Medalla al Mérito Universitario a quienes durante 25 y 35 años han dedicado su tiempo a la formación de alumnos de la FES Cuautitlán a partir de los valores representativos de la UNAM.
El Auditorio de Extensión Universitaria fue el recinto que reunió a la comunidad de académicos, quienes acompañados por sus familiares se dieron cita a la ceremonia que fue presidida por el doctor José Francisco Montiel Sosa, secretario general, en representación del maestro Jorge Alfredo Cuéllar Ordaz, director de la Facultad.
En el presídium también se encontraban, además de otras autoridades, la química Bertha Guadalupe Rodríguez Sámano, secretaria general de AAPAUNAM, y el doctor Ricardo Paramont Hernández García.
La primera que tomó la palabra fue la química Rodríguez Sámano, quien congratuló a los académicos por la labor que a diario realizan en pro de los alumnos. “Nuestra motivación es la formación de profesionistas útiles a la sociedad. De nosotros depende que se apropien de los valores cívicos y, que a su vez, la figura del académico sea reconocida”, recalcó.
Enseguida, el doctor Hernández García, representante de los profesores galardonados de ese día, hizo un recorrido por el camino de la enseñanza: “este viaje que hemos tomado, dedicado a la creación y difusión del conocimiento, ha sido fascinante”, comentó para posteriormente hablar de uno de los privilegios que experimentan los profesores, la evolución de los alumnos.
En este punto, mencionó que la transformación por la que atraviesan los universitarios desde el primer semestre, en el que se muestran deseosos de aprender hasta que logran conformar, en los últimos periodos de la carrera, su comportamiento y pensamiento crítico, es una manera de percibir que el trabajo del académico está funcionando y, más aún, cuando el alumno se adentra al campo laboral y desarrolla las aptitudes que le son enseñadas en la FES Cuautitlán.
El número musical estuvo a cargo del Dueto FM, un proyecto que en opinión de los integrantes busca conjugar acordes con la riqueza de la palabra y la bandera de la hermandad. De esta manera, los maestros Marilú Zanella y Fernando Salazar deleitaron al público con melodías clásicas de la música trovana, como “Gracias a la vida”, “Que vivan los estudiantes” y “Como la cigarra”, temas que los asistentes corearon y aclamaron con las palmas.
Para concluir el magno evento, el doctor Montiel Sosa puntualizó que los mejores reconocimientos que los profesores pueden recibir no son las medallas, sino el agradecimiento que los alumnos les brindan por el tiempo dedicado. Por último, invitó a sus colegas a seguir disfrutando de la “hermosa” tarea de la enseñanza.