Con innovación tecnológica, académicos capacitan a productores de maíz de Tepotzotlán

Como parte de las acciones pactadas en el convenio de colaboración entre la FES Cuautitlán y el Municipio de Tepotzotlán, en el Auditorio de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria (UIM) se llevó a cabo el curso “Mejoramiento de la calidad fisiológica y sanitaria de las semillas de maíz nativo, con la incorporación de nanopartículas con óxido de zinc”, dirigido a productores de esta localidad.

Antes de iniciar con la actividad, el  secretario de Planeación y Vinculación, ingeniero Alfredo Alvarez Cárdenas, les dio la bienvenida a la Facultad y destacó la  importancia de que esta entidad académica contribuya al beneficio y el fortalecimiento de la sociedad en materia agrícola. Por su parte, Ana Laura González González, directora de Desarrollo y Fomento Económico, de Tepotzotlán, apuntó sobre la invaluable oportunidad de recibir capacitación por parte de la mejor universidad del país. 

El curso que se dividió en dos sesiones (teórica y práctica) lo impartieron los doctores Abraham Méndez Albores y Alma Vázquez Durán, académicos e investigadores de esta institución, junto con el maestro  Juan Estrada Urbina, investigador invitado. 

El primer día, el doctor Méndez expuso que la principal diferencia entre grano y semilla radica en el uso que se le da, ya que el primero está destinado al consumo y la segunda a la siembra. Durante toda la sesión hubo un constante intercambio de ideas, ya que los productores tuvieron una entusiasta participación y compartieron sus experiencias y conocimientos sobre su labor y producto. 

Más adelante, el académico habló sobre el almacenamiento, explicando que lo más recomendable es hacerlo en un lugar fresco y seco. Destacó que uno de los factores más importantes que se deben cuidar es la humedad y, en el caso de la temperatura, aseguró que por cada cinco grados reducidos se duplica el tiempo de conservación del producto. 

Otro punto que tocó el doctor Abraham Méndez fue que el zinc favorece la formación y fertilidad del polen. Asimismo, ayuda a las plantas a resistir las bajas temperaturas. Por otra parte, mencionó que en el cultivo del maíz este micronutriente es demandante, por lo que es primordial suministrarlo al suelo o foliar, aun cuando el estatus del mineral sea aceptable. “Se puede aplicar como fertilizante de un solo elemento, como sulfato de zinc, nitrato de zinc, óxido de zinc, etcétera”. 

En el siguiente día de actividades, los productores aprendieron a realizar una prueba sencilla en el laboratorio, utilizando materiales caseros para evaluar la germinación y viabilidad de las semillas que guardan. “Esto les va a dar una idea de cómo almacenar de una manera más controlada”, explicó el doctor Méndez. 

Finalmente, los académicos presentaron la metodología para aplicar un recubrimiento de semillas. “Esta técnica se puede replicar fácilmente en casa, no es necesario cambiar el manejo agronómico, de esta forma es posible valorar y comparar los resultados. Lo que se busca es que utilicen menos herbicidas, fungicidas y plaguicidas”, concluyó el investigador.

Martha Guadalupe Díaz López

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