Académicos se unen a la celebración por el Día Mundial del Agua

Con la conferencia “El agua: nuestro recurso más preciado”, la Sección de Química Inorgánica, del Departamento de Ciencias Químicas, conmemoró el Día Mundial del Agua, una iniciativa cuya finalidad es inspirar acciones que fomenten el cuidado de este recurso natural. 

Reunidos en el Auditorio de la Unidad de Seminarios “Dr. Jesús Guzmán García”, el doctor Julio César Morales Mejía, académico de la Facultad, comenzó la charla resaltando algunas de las características de este líquido vital e indicó que la falta de reconocimiento de su valor es la principal causa de su mal uso y desperdicio. 

Asimismo, comentó que ésta no se terminará, pero que su calidad y disponibilidad disminuye a diario. Después, destacó que en México el 76% es empleado por el sector agroindustrial, el 14% al abastecimiento público, el 5% a las termoeléctricas y el 5% restante al sector industrial. 

Más tarde, el académico señaló las causas de su contaminación, que derivan principalmente de sus usos agrícolas, ganaderos, domésticos, comerciales, industriales y energéticos, procesos en los que interviene el manejo de plaguicidas, sales, arenas, fibras de papel, detergentes, grasas, aceites, colorantes sintéticos, carbohidratos y residuos ganaderos, por mencionar algunos.  

Siguiendo esta línea, recomendó estrategias para eficientar el uso de este recurso. En el caso del sector agroindustrial, propuso riegos por temporal, inundación o surco, aspersión, micro-aspersión y por goteo. En el ámbito doméstico, sugirió reparar fugas visibles y revisar las que pudieran estar ocultas, minimizar el manejo de productos de limpieza, cuidado e higiene personal, así como implementar regaderas y lavamanos de bajo consumo y no desperdiciar alimentos.

Por otra parte, aseguró que la implementación de políticas de descarga cero, equipos hídricamente eficientes, reducir la cantidad de este fluido por cada unidad de producción y seguir las recomendaciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (USEPA por sus siglas en inglés) puede disminuir el desperdicio de este elemento en el campo industrial. 

Para cerrar la jornada, la doctora Yolanda Marina Vargas Rodríguez, docente de la Facultad, aseguró que anualmente casi nueve millones de barriles de petróleo se liberan en los océanos y que las fuentes de esta contaminación incluyen la explotación de petróleo, las operaciones de producción, las filtraciones naturales, los accidentes en pozos, buques y  cisterna, así como vertidos industriales.  

A consecuencia de esto, dijo que las playas y sus rocas se cubren de una película de dicho combustible, impidiendo el crecimiento de seres vivos y afectando a la fauna, principalmente a las especies que se zambullen. El resto de la ponencia, la doctora explicó su proyecto, desarrollado junto con su equipo de trabajo, en el cual emplea nanotubos de haloisita para atraer y retener sustancias dañinas de aguas residuales. Una metodología natural que no afecta el ecosistema.

María Dolores Elizondo Alvarado

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