En días pasados, el Programa de Especialización en Valuación Rural, de la Secretaría de Posgrado e Investigación, celebró de manera virtual la conferencia “Impacto Ambiental, servicios ecosistémicos y su relación con la valuación rural”, presentada por la maestra Andrea García Gutiérrez, consultora en Bioeconomía Circular y Sostenibilidad.
Al principio de su presentación, la ponente expuso que los Servicios Ecosistémicos (SE) se refieren a aquellas funciones o procesos ecológicos que directa o indirectamente contribuyen al bienestar humano o tienen potencial para hacerlo en un futuro.
De acuerdo con la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (MEA por sus siglas en inglés) se dividen en cuatro tipos: servicios de abastecimiento, obtención de materias primas de los ecosistemas; regulación, rigen los procesos ecosistémicos; apoyo, necesarios para la producción de otros, y culturales, proporcionan a los seres humanos beneficios intangibles y tienen un valor significativo para el bienestar social, psicológico y físico.
Enseguida, explicó que la valoración económica de los SE hace referencia a la evaluación de compensaciones, es decir, su valor es un reflejo de lo que la sociedad está dispuesta a intercambiar para conservar los recursos naturales. La información arrojada por esta herramienta tiene muchas utilidades importantes para la construcción de políticas públicas de planificación y ordenamiento territorial.
Para realizarla, la ponente recomendó usar una metodología creada en su país, Colombia, que considera puede ser aplicada a la realidad mexicana, puesto que comprende un lineamiento que engloba a los diferentes ecosistemas y los diversos servicios ecosistémicos requeridos para crear un bienestar humano, detalló que es viable aplicarlo con los parámetros que ofrece la valuación rural.
Por otra parte, la maestra García indicó que estos procedimientos deben ser integrales con la finalidad de identificar, predecir, cuantificar y valorar las alteraciones de un conjunto de acciones y/o actividades. Esto permite conocer las variables físicas, químicas, biológicas, procesos socioeconómicos, culturales y de paisaje que serán afectados significativamente por el proyecto o la actividad. Para este segundo estudio, propuso la Matriz Conesa-Simplificada.
En ambos métodos compartió los pasos a seguir y dio algunos consejos para obtener mejores resultados, “la idea es generar más servicios ecosistémicos que no están identificados, por ejemplo el tema del ecoturismo, que probablemente no está contemplados en el área rural”, finalizó.
Martha Guadalupe Díaz López