Dragon Fly Space Proyect es el equipo que los alumnos de la primera multidisciplinaria, la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la UNAM conformaron para participar en el Latin American Space Challenge (LASC), un certamen que se realiza desde el 2019 para motivar a los universitarios y las nuevas empresas a desarrollar y lanzar un cohete con un satélite como carga útil.
Organizada en San Pablo, Brasil, ésta es la segunda competencia de ingeniería de satélites y cohetes experimentales más grande a nivel mundial con una participación de más de 1,600 estudiantes, profesores, entusiastas, empresarios y espectadores. En su edición 2023 contempla dos desafíos: el Rocket Challenge y Satellite Challenge.
Con el reto en mente, los estudiantes de la FES Cuautitlán, Adalberto Jurado Arévalo, de octavo semestre de la licenciatura en Tecnología; Ángel Hernández Hernández y Marbella Ledesma, de octavo y noveno semestre de Ingeniería Mecánica Eléctrica, respectivamente, se reunieron con Alan García, Arantxa García, Alan Hernández, Enrique Hernández, Francisco Perea, Jesús Herrera, Marcos Rodríguez y Zadkiel Sánchez, de la Facultad de Ingeniería y Martín Montoya, de la Facultad de Ciencias, para ir tras el triunfo.
De acuerdo con Adalberto, se enfrentarán a más de 80 equipos provenientes de Argentina, Chile, Colombia, Paraguay, Pakistán, Perú, Taiwán y Singapur, entre otros, pues el objetivo del LASC es simular los componentes de un satélite real, explicó. “Nuestro proyectil tendrá que alcanzar los 500 metros de apogeo con un sistema de propulsión de cohete sólido y una carga útil de CO2. Durante su trayecto deberá recolectar datos sobre su posición, temperatura, presión y orientación, debe ser muy preciso”.
Sin embargo, el proceso inventivo que engloba cuestiones de aviónica, aeroestructura y propulsión no son las únicas dificultades a las que se enfrentarán los miembros de Dragon Fly Space Proyect, pues actualmente se encuentran recabando fondos para la construcción del modelo y poder asistir a la competencia.
Marbella aseguró que durante los últimos ocho años el sector industrial con mayor incremento en México ha sido el aeroespacial. Por eso, resulta vital acudir a certámenes como estos, donde los jóvenes pueden capacitarse y seguir desarrollando conocimientos.
Hult Prize Challenge
Por otro lado, Adalberto, Marbella y Moisés Nieves Sánchez, alumno de noveno semestre de IME, también participan en Hult Prize Challenge, el concurso de emprendimiento social más grande el mundo, conocido como el “Premio Nobel de los estudiantes”, cuyo objetivo es crear, desarrollar y lanzar ideas de negocios a fin de resolver problemáticas sociales que afectan a millones de personas en todo el mundo, la consigna de este año es “Redesigning Fashion”.
La propuesta de los estudiantes de la FES Cuautitlán es “Kintsugi Fashion”, una propuesta inspirada en una técnica milenaria de Japón que consiste en usar oro o plata líquida para reparar objetos de cerámica. Cada tazón o plato mostrará un aspecto diferente e irrepetible, único gracias a esas vetas que lo hacen tan valioso. “Nuestra iniciativa consiste en diseñar una plataforma virtual dedicada a la moda sustentable”, aseveró Marbella.
Este proyecto se enfrentó a cerca de 100 mil competidores provenientes de más de 120 países, completando así la primera y segunda fase de la competencia. La siguiente etapa son las semifinales, en la que miles de competidores presentarán sus ideas de empresas sociales a paneles de expertos. De modo que los equipos ganadores de cada una de estas cumbres y otras ocho empresas emergentes seleccionadas a través de la Ronda 2nd chance obtendrán un lugar en la primera fase de Global Accelerator.
Debido a que siguen concursando por el premio final que consiste en una fase presencial del acelerador en París, Francia y el galardón de un millón de dólares en capital semilla para desarrollar su idea de emprendimiento, así como ayuda y asesoramiento de expertos, los universitarios aseguraron que en este momento no es posible dar detalles a profundidad sobre su proyecto.
Cabe destacar que para la realización de “Kintsugi Fashion”, los estudiantes se han encargado de buscar los recursos necesarios con la venta de sodas, comida y realizando rifas de algunos artículos, pues en palabras de Marbella “se necesita mucho apoyo e ingresos para desarrollar cualquier idea”.
Taller de Liderazgo Juvenil y Torneo Universitario de Apps
Sumado a lo anterior, Marbella y Adalberto trabajan en el desarrollo de “EDUXMET” (Educación que trasciende los métodos), una organización que busca crear conciencia sobre la neurodiversidad, acentuando que las diferencias cerebrales son normales y no deficiencias, a partir de la creación de una plataforma educativa y herramientas tecnológicas como videojuegos.
Esta iniciativa recibió una mención honorífica en 2020 por el Torneo Universitario de Apps (TUAPP), un proceso internacional que motiva a estudiantes en la creación de emprendimientos tecnológicos que solucionen problemas reales. Es también un punto de encuentro entre profesores, empresas, inversionistas y estudiantes de Iberoamérica.
Después, en 2021 y 2022 con esta misma propuesta participaron en el “Taller de Liderazgo Juvenil sobre la Educación para la Ciudadanía Mundial” (GCED, por sus siglas en inglés), un programa que forma parte del Centro de Asia y el Pacífico de Educación para el Entendimiento Internacional de la UNESCO (APCEIU, por sus siglas en inglés), el cual es auspiciado por la UNESCO.
El taller tiene una duración de una semana y su finalidad es desarrollar la capacidad de líderes juveniles de todo el mundo para identificar estrategias que les permitan alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con esto crear iniciativas innovadoras para fomentar la ciudadanía global.
Con EDUXMET obtuvieron el primer premio para proyectos de ciudadanía global y el segundo para un apoyo para diálogos en la calle orientados en GCED, gracias a esto, ahora la plataforma se encuentra en etapa de desarrollo con la finalidad de brindar a los alumnos con neurodiversidad y neurotípicos la posibilidad de aprender sobre temas educativos y sociales por medio de videojuegos.
María Dolores Elizondo Alvarado