Al filo de las cinco de la tarde, el Auditorio de Extensión Universitaria se convirtió en el escenario del “Encuentro coral InterFES”, que ofreció un variado repertorio principalmente de canciones clásicas de la cultura latinoamericana, y una actuación que demostró que el arte posee un lenguaje universal.
Los encargados de abrir el telón fueron los coros de las FES Zaragoza y Aragón, que interpretaron piezas como “Nanga ti feo” y “Por un beso de tu boca”, bajo la dirección del maestro Arturo Salvadores. Antes de terminar, cantaron “Ay sí sí”, que fue creada para estrechar la relación entre los países de Venezuela y Colombia, narraron los universitarios.
Más tarde, cuando el coro “Luis Merino Macías”, de la FES Iztacala, subió al estrado, el público le regaló una ovación y emociones que revelaron satisfacción pura, gracias a que presentó una compilación de obras que forman parte de la cultura popular contemporánea.
Su director, el maestro Luis Alberto Manzano, acompañado del maestro David Antonio Dueñas Mata, en el piano, deleitaron a los asistentes con un armonioso ensamble de voces y notas de “Tesis de un ángel cruel”, que es el opening del anime “Evangelion”. Desde esta línea, continuaron con “Mi reflejo”, de la aclamada cinta de Disney “Mulán”. Para cerrar su participación, cantaron “Que nadie sepa mi sufrir”, conocida por todos, gracias a Margarita, “la Diosa de la cumbia”.
Para cerrar el aclamado concierto, Topaccacuic “Nuestro canto alegre”, a cargo del maestro Luis Alberto Azpeitia, inició su número de la mano del maestro Fabián Israel Nolasco Sandoval, quien con la flauta musicalizó “Pambiche lento”, pieza que encarna el folclor de la República Dominicana.
A fin de exponer la belleza nacional, los de la FES Cuautitlán cantaron la pieza que inmortalizó Pedro Infante. “Deja que salga la luna, deja que se meta el sol, deja que caiga la noche, pa que empiece nuestro amor”, corearon. Antes de terminar el concierto, los tres grupos se unieron y ofrecieron una melodía en compañía del piano y la flauta, en un acto que los asistentes aplaudieron con gran efusión.
Sandra Yazmín Sánchez Olvera