Doctor Eduardo Calixto descifra la neurobiología del amor 

El cerebro únicamente equivale al 2% del peso total del cuerpo; sin embargo, consume hasta el 25% de energía, reveló el doctor Jaime Eduardo Calixto González, investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría “Juan Ramón de la Fuente”, en la conferencia «La neurobiología del Amor. El fin del amor en el cerebro». 

En la Unidad de Seminarios de Campo Uno, el especialista se dirigió a un auditorio repleto de universitarios y explicó que el cerebro opera a dos grados Celsius más que el cuerpo, esto es, entre 38 y 39 grados, debido a que su metabolismo es activo y necesita una mayor cantidad de calor para funcionar, lo que le permite procesar hasta 48 pensamientos por minuto y tomar aproximadamente 2,160 decisiones al día.

“Un cerebro promedio contiene 86,000 millones de neuronas, cada una capaz de conectar con varias. Pero el impacto varía, conectar cinco neuronas no es lo mismo que 10 mil. Es como recibir 10 mil mensajes de 10 mil personas en segundos y responder a cada uno”, aseguró destacando la importancia de la calidad de las conexiones.  

En contraste, el corazón, con apenas 30 mil neuronas, no es responsable del enamoramiento, ya que se requieren alrededor de un millón 200 mil neuronas para generar un pensamiento promedio, lo que subraya la ineficacia del corazón y derriba el mito “te amo con todo mi corazón”, externó el experto.

De alguna manera, explicó que el enamoramiento es a menudo confundido con el amor, siendo el cerebro humano el protagonista en este proceso, en el que la dopamina juega un papel crucial. No obstante, un exceso de esta sustancia puede desensibilizar las neuronas y llevar a la esquizofrenia, que se caracteriza por presentar un aumento de dopamina y ocasiona alucinaciones y daño neuronal, la cual comúnmente padecen los adictos. 

Bajo este antecedente, surge la duda ¿lo que alguna vez nos hizo feliz ya no puede volver a hacerlo? A lo que el doctor Calixto responde “imagina un chiste: la primera vez te hace reír, pero otras 10 repeticiones ya no, lo que indica que la producción de dopamina disminuye, porque se desensibilizan las neuronas. En resumen, deja de ser suficiente para generar la misma respuesta emocional.

Sumado a eso, afirmó que la edad también influye en la liberación de dopamina. Entre los 16 y 25 años hay una alta tasa de producción, lo que lleva a los jóvenes a reírse más de 300 veces al día. Sin embargo, después de los 35 o 38 años disminuye, lo que explica por qué los jóvenes ven el mundo de manera diferente y tienden a entregarse al amor de manera apasionada.
Asimismo, el afamado especialista aseveró que la actividad sexual es más frecuente entre jóvenes que en adultos, debido a la actividad en el cerebro. Sin embargo, con el tiempo, pierde desinhibición. Según él, un cerebro enamorado puede mantenerse así durante 4 años.

Al final, señaló que la disminución de la dopamina es eficiencia, que el amor evoluciona, no desaparece, pero debemos de tener cuidado con el enamoramiento inicial que idealiza a la pareja y provoca decisiones impulsivas.

José Edgar Contreras Cortés

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