Universitarios diseñan innovador parche cargado con nanopartículas de propóleo para cicatrizar heridas en diabéticos 

¿Te has preguntado cómo afecta la diabetes a la cicatrización de las lesiones? Este padecimiento interfiere en la recuperación de la piel, un proceso complejo que implica la reparación y regeneración de las células o tejidos dañados; puesto que los altos niveles de azúcar en sangre pueden aumentar el riesgo de infecciones, reduciendo así  la respuesta del organismo ante las bacterias.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 830 millones de personas en todo el mundo padecen diabetes, y más de la mitad no recibe tratamiento, un número que sigue en aumento. En México, uno de cada diez individuos es diabético, y entre el 30 % y el 79 % de los afectados puede presentar manifestaciones cutáneas a causa de esta enfermedad. Además, el riesgo de hospitalización o amputación de una extremidad inferior es entre 56 y 155 veces mayor en pacientes con diabetes.

Como parte de un proyecto conjunto entre el laboratorio de Servicio de Análisis de Propóleos (LASAP), que se desprende de la línea de investigación de Propóleos en salud humana con enfoque en diabetes, del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y con apoyo del laboratorio 12 de Sistemas Transdérmicos y Materiales Nanoestructurados; Selene Sánchez Olvera y Nayeli Ruiz Castañares, egresadas de la licenciatura en Farmacia y Química, respectivamente, desarrollaron un parche polimérico cargado con nanopartículas de propóleo, destinado a su uso tópico en el tratamiento de llagas, úlceras y pie diabético. 

Un parche cargado con nanopartículas de propóleo

Bajo la asesoría de la doctora Betsabé Rodríguez Pérez, la MVZ Berenice Fuentes Esquivel, el doctor Omar Rodrigo Guadarrama Escobar así como con el apoyo de los doctores José Juan Escobar Chávez y Tonatiuh Cruz Sánchez, investigadores de la Facultad, Nayeli Ruiz inició este ambicioso proyecto a partir del desarrollo de nanopartículas poliméricas. Estas partículas, cuyo tamaño es inferior a 100 nanómetros, son biocompatibles y se utilizan para potenciar el efecto de fármacos y biomoléculas.

Las nanopartículas fueron empleadas para encapsular propóleo, el cual fue obtenido de la FES Cuautitlán y posteriormente sometido a un análisis de calidad conforme a la NOM-SAG/03-GAN-2017, que establece las especificaciones para su producción y procesamiento. Este propóleo resultó ideal debido a su elevada capacidad antioxidante.

En una entrevista, Nayeli Ruiz comentó que, tras obtener el extracto de propóleo, se elaboraron nanopartículas cargadas con la resina, la cual demostró tener suficiente actividad biológica para su uso terapéutico. Para ello, se empleó una técnica de desplazamiento de solvente, y se determinaron los perfiles de liberación.

Hecho lo anterior, Selene Sánchez se encargó de la parte aplicativa efectuando pruebas en 21 ratas Wistar hembras diabéticas con heridas de cuatro milímetros. Éstas  fueron divididas en cinco grupos, y se calculó el diámetro de las heridas con un vernier calibrado durante un período de 19 días. 

El tiempo de cicatrización se midió en función de la cantidad de sustancia activa utilizada: a mayor cantidad de propóleo (20 miligramos), el tiempo de cicatrización fue más rápido (12 días). Mientras que a menor cantidad (2 miligramos), la recuperación se prolongó hasta los 19 días.

La universitaria aseguró que los resultados mostraron que el grupo tratado con el parche experimentó una mejor regeneración de tejidos, una reducción en la formación de cicatrices y una disminución de manchas en la piel. Además, se observó un aumento en la elasticidad, humectación, hidratación y brillo del cabello.

Este desarrollo es relevante porque, a pesar de que ya existen tratamientos como ungüentos, pomadas, lociones, geles y productos de administración oral destinados a aliviar estos malestares, en la actualidad no hay registros de una forma farmacéutica con las mismas características que las del parche, y mucho menos de una que muestre los mismos beneficios. 

En palabras del doctor Guadarrama Escobar, integrante del Laboratorio 12 y SNI nivel 1, al tratarse de un producto de origen natural, esta creación ha demostrado ser menos invasiva, haciéndola de fácil acceso para la población,  tampoco genera efectos adversos a diferencia de algunos fármacos que actúan sobre una célula blanco. Adicionalmente,  las nanopartículas coadyuvan a disminuir el azúcar en sangre.

Por su parte, la doctora Betsabé Rodríguez, miembro  de LASAP, comentó “realizamos pruebas para demostrar el efecto hipoglucémico del propóleo observando la disminución de los niveles de glucosa en sangre de entre 200 y 300 mg/dl a 110 y 130 mg/dl tras la administración oral por cuatro semanas”. 

Entre otras ventajas, la académica explicó que el tamaño de las nanopartículas permite que la cantidad de propóleo utilizado para su efectividad sea mínima, considerando que la producción de esta sustancia es de entre 100 y 900 gramos por colmena al año, una actividad compleja que requiere de paciencia.  

Por todo esto, resulta importante señalar que esta nueva forma farmacéutica  coadyuvaría a mejorar la calidad de vida de los pacientes diabéticos, quienes debido a esta enfermedad tienen que modificar su estilo de vida cuando la evolución de la cicatrización es lenta, impactando también en su economía.  

Una presea a la investigación multidisciplinaria

Recientemente, durante el “33 Congreso Internacional de Diabetes”,  autoridades de la Federación Mexicana de Diabetes, A.C. y Fundación Chabely, A.C. premiaron con el tercer lugar a este desarrollo realizado  en la FES Cuautitlán, en la categoría de Trabajos Libres. 

Este evento contó con la participación de 802 profesionales de la salud, 333 personas que viven con diabetes e invitados especiales representantes del Consejo Directivo y de las Asociaciones Afiliadas a la Federación Mexicana de Diabetes, A.C.   

Cabe destacar que la participación de las egresadas de la FES Cuautitlán fue una de las mejores del congreso, ya que lograron posicionarse entre las mejores, aun cuando el foro reunió a reconocidos especialistas del área médica, la mayoría de ellos postulantes a doctorado que ya cuentan con pruebas in vivo.

Al ser el único trabajo enfocado a la cicatrización de lesiones, las universitarias tuvieron la oportunidad de enfatizar la importancia de este producto de la colmena, el cual todavía es desconocido para muchos. “Recordemos que la información respecto a las actividades propedéuticas del propóleo son pocas. No obstante, con este parche como tratamiento complementario podemos responder a una problemática de la sociedad, de forma segura y accesible”, aseguró Selene Sánchez.  

De igual forma este proyecto fue presentado por los doctores Rodríguez y Guadarrama en el XVI Congreso Latinoamericano de Apicultura de la Federación Latinoamericana de Apicultura (FILAPI) en Santo Domingo, República Dominicana. 

En este sentido, el doctor José Juan Escobar Chávez, responsable del Laboratorio 12, rescató la trascendencia de las colaboraciones multidisciplinarias. “Aprovechar el propóleo que se genera en nuestra Facultad fue un gran acierto, porque está perfectamente estandarizado y nos permitió generar esta novedosa aplicación farmacéutica”, concluyó.  

María Dolores Elizondo Alvarado 

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