En una tarde inolvidable, el Auditorio de Extensión Universitaria se llenó de vida y alegría con el esperado “Jolgorio Navideño”, organizado por los integrantes de los talleres de Canto y Coro, quienes forman parte del Departamento de Difusión Cultural.
La verbena, que reunió a la comunidad, fue un derroche de música, canto y baile, dejando a todos con el espíritu más festivo que nunca, en una muestra de talento musical y artístico.
El evento arrancó con fuerza, interpretando un clásico del rock en español: “Entre dos tierras”, que, ante las primeras notas, provocó que los presentes corearan al unísono con gran intensidad. La energía continuó elevándose cuando el ritmo contagioso de “Bule Bule” tomó el escenario, motivando a que el auditorio se convirtiera en una pista de baile.
La transición hacia temas más relajados comenzó al compás de una mezcla de regional mexicano, banda y corridos. La ambientación de la escenografía bajó sus luces, y las canciones “Desvelado”, “Mi credo” y “Una aventura”, los intérpretes lucieron un look muy tejano entre los cantantes.
Uno de los momentos más conmovedores de la tarde llegó con “Por qué me fui a enamorar de ti”, en la que la intérprete dejó todo el sentimiento en el escenario, arrancando suspiros y llevándose una ovación. Enseguida, el ambiente se tornó más tropical con canciones como “El gran varón”, que animó a la audiencia a buscar una pareja y mostrar sus mejores pasos.
En una sección dedicada a la Sonora Santanera, todos disfrutaron de “Pena negra” y “El ladrón”, mientras un enmascarado se preparaba para sorprender a todos y bailar “Los luchadores”, canción que desató una ola de entusiasmo y risas.
El amplio repertorio continuó con éxitos inolvidables como “Ven, devórame otra vez” y “Como la flor”, que mantuvieron la magia del jolgorio. Con “La carencia”, la energía explotó y los pasos de ska brillaron como nunca, contagiando incluso a los más tímidos.
Perfilándose para el cierre, el jolgorio alcanzó su punto más alto en la pista con canciones como “Nunca es suficiente”, “Capullo y sorullo” e “Idilio”, que mantuvieron a todos de pie, entregados al baile. Para cerrar con broche de oro, interpretaron “Migajas de amor”, dejando a todos con una sonrisa y los ánimos de seguir bailando. Una celebración que sin duda será recordada.
Frida Alondra Guzmán Ortiz