Los alumnos del Taller de Teatro “Antonio González Caballero” a cargo de la doctora Magdalena Santana Copca, abrieron el telón para concientizar al público sobre un tema social con bastante peso. El escenario fue el auditorio de Extensión Universitaria, donde se presentaron los monólogos titulados “Mujeres e hijas de hombres libres”, una adaptación del libro Tragedias Griegas, y la obra “Mujer Violeta”, escrita por Eber Rosas.
La puesta en escena comenzó con un par de mujeres situadas en la época de la Grecia antigua, dialogando sobre las dificultades y problemáticas que conlleva el hecho de ser mujer, como lo que la sociedad espera de ellas, la injusticia de los dioses y cómo el mundo les ha dado la espalda. No obstante, la sororidad hace acto de presencia, sosteniendo a nuestra protagonista y resaltando lo importantes que pueden llegar a ser este tipo de acciones.
El segundo monólogo explora el asunto de la paternidad, planteando que aunque el hombre también forme parte esencial de esta relación, la sociedad señala a la madre como la parte esencial de la crianza. La protagonista expresa inconformidad hacia esto, puesto que para ella el papel del padre merece un reconocimiento al mismo nivel.
Como último acto se presentó la obra que inició con una mujer embarazada bailando, gestándose poco a poco y finalizando con la perdida de este bebe. Acto seguido, un hombre aparece en escena reclamando y atacando, visiblemente molesto y fuera de sí, llevándolo a cometer una gran atrocidad, abusar sexualmente de ella.
Mientras esto pasaba, el narrador (el hijo) se mete a la historia, casi como si fuera un personaje más, mencionando que cada vez ve más moretones sobre el cuerpo de su madre, preguntándose si en verdad existen los héroes de la televisión o por qué nadie la había salvado. A él se le nota trastornado, triste y enfermo, deja muy en claro que, a pesar del tiempo, no ha podido perdonar al patriarcado.
El hijo comienza a hablar con la madre y dice que ojalá él la hubiera podido salvar cuando era niño y que también ve el color violeta sobre la piel de su madre, deja muy en claro que mientras él exista, su madre nunca estará sola, ya que él desea su bienestar para que él también pueda serlo.
Letras y sororidad
En otro momento, el mismo auditorio fue sede de “Guerreras Cotidianas”, una presentación a cargo de los Talleres de Creación Literaria y Oratoria, impartidos por la profesora Sandra Alvarado Fernández.
El encuentro tuvo como objetivo visibilizar y reflexionar sobre las experiencias, luchas y desafíos que enfrentan tanto mujeres como niñas en su día a día, abordando temas como la represión, la estigmatización de la masturbación, el trabajo no remunerado y la desigualdad.
Durante su intervención, Maximiliano Pérez Díaz aludió al prefacio de “Mujeres y Poder: Un Manifiesto”, de la escritora inglesa Mary Beard, que retrata la experiencia de su madre, quien fue testigo de la exclusión histórica femenina en los espacios de poder y de aquellas que, por primera vez, participaron en las decisiones del parlamento, tras una ardua lucha por ser escuchadas y tener un trato digno durante el siglo XX.
Como parte del programa, también se recitaron las composiciones “Fotografías”, “El 8 de marzo y el Mossad” y “Ecos”, que evidenciaron el talento de los participantes para la escritura, así como la habilidad de declamar poemas, como “Que nadie te recuerde” y el cuento “El extraño caso de Martha”, escrito por Edgar Omar Avilés Martínez.
Música y trascendencia femenina
En el Auditorio “Dr. Jesús Guzmán García”, el Taller de Canto, bajo la dirección del profesor Luis Alberto Alvarado Azpeitia, realizó una selección especial de canciones para honrar a las mujeres que forjaron su propio camino en la música mexicana a principios de los siglos XX y XXI, en el recital “Compositoras por la lucha”.
El programa comenzó con un homenaje a María Joaquina de la Portilla Torres, conocida como María Grever, la primera mujer en difundir a nivel nacional e internacional los boleros. Se interpretaron “Así”, “Cuando vuelva a tu lado” y “Muñequita linda”.
A continuación, se rindió homenaje a Consuelo Velázquez Torres, concertista en la Filarmónica de la Ciudad de México y compositora de más de 200 melodías, con las canciones “Bésame mucho” y “Amar y vivir”. Para recordar a Ema Elena Valdelamar, quien en su momento tuvo que competir con Agustín Lara, se interpretaron “Mucho corazón” y “Cheque en blanco”.
El talento de María Amparo Ochoa fue evocado con la canción “Mujer”, y la participante del Taller de Canto recordó que hace 40 años la cantautora se presentó en el mismo escenario de la FES Cuautitlán.
Finalmente, se rindió homenaje a Dolores de la Colina con “Como tú”, quien, en su momento, fue censurada en la radio mexicana por abordar temas de erotismo, pero que logró triunfar con el apoyo de otras mujeres como Lupita D’Alessio. Finalmente, se brindó un homenaje a la compositora actual Carla Morrison con la interpretación de “Todo pasa”.
Plástica y expresión femenina
Artista y creadora unen talentos para llevar a cabo la exposición “Ensamble de lo natural a lo fantástico”, la cual se llevó a cabo en la Sala de Exposiciones “Alas de Libertad”, como parte de los eventos que llevó a cabo el Departamento de Difusión Cultural para conmemorar el 8M.
El objetivo de esta muestra fue destacar la invaluable aportación de la mujer al arte, la ciencia y la cultura. Fusionando elementos fantásticos y reales, las autoras Sarahí Montes Recinas y Blanca Estela Varela Flores, profesoras de los Talleres de Cerámica y Artes Plásticas y Pintura, respectivamente, crearon un entorno donde ambos mundos se entrelazan y complementan, ayudando a resignificar nuestras experiencias de vida.
La licenciada Sarahí Montes, bióloga y creadora, fue la encargada de presentar su colección de piezas de cerámica, a través de la cual manifestó lo difícil y laboriosas que son las técnicas para lograr un buen trabajo; sin embargo, con sus palabras “vale completamente la pena”, también compartió que le gusta desafiar las normas, tomando como ejemplo una de sus obras, en la que fusiona lo estético con lo utilitario, transformando objetos de la vida cotidiana, como un plato, en auténticas obras de arte.
Algo destacable de esta artista es cómo logra juntar su vida profesional con sus otras pasiones, ejemplo perfecto, su obra titulada “entre árboles”, en la cual expone una de las problemáticas ambientales más considerables, como lo es la deforestación, así uniendo su trabajo pulcro de ceramista, con su carrera en la biología.
Por su parte, la artista Blanca Estela Varela, expuso su trabajo a través del papel, usando técnicas muy variadas, que fueron desde la acuarela, hasta la serigrafía. Su trabajo es una fusión entre lo ficticio y lo real, exponiendo en sus pinturas temas como lo sagrado, los relatos y la mitología, todo esto con una fuerte presencia femenina.
Para ella, la mujer y la tierra tienen bastantes similitudes, es por eso que sus obras invitan a una reflexión sobre la conexión entre la naturaleza, los animales y la feminidad. El mensaje de su proyecto busca resaltar la importancia de apreciar elementos valiosos en nuestra sociedad, como lo son, el arte, la naturaleza y la mujer.
Frida Alondra Guzmán Ortiz
Marco Enrique Villalobos Chavarin