La Unidad de Granos y Semillas (UNIGRAS) de la FES Cuautitlán es un centro especializado en el estudio y desarrollo de tecnologías para mejorar la conservación, calidad e inocuidad de granos y semillas, impactando así en la seguridad alimentaria y la agricultura. Sus instalaciones se encuentran en el Centro de Asimilación Tecnológica (CAT).
El origen
Fundada en 1987 por el doctor Ernesto Moreno Martínez, la UNIGRAS se creó como una iniciativa para establecer vínculos académicos y tecnológicos con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). El objetivo fue responder a la necesidad de complementar las capacidades de análisis de granos en México, que hasta entonces dependían de las Bodegas Rurales de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), encargadas del acopio de cultivos básicos como maíz, frijol, trigo, cebada y otros cereales.
Ante este panorama, miembros de la INIFAP respaldaron la propuesta de crear un laboratorio especializado.
Inicialmente, este espacio se pensó como una dependencia del Instituto de Biología de la UNAM, en Ciudad Universitaria. Sin embargo, debido a su crecimiento, se separó y cambió su sede al estado de Aguascalientes, donde se integraron profesores e investigadores de las Facultades de Química y Ciencias, así como del Instituto de Biología, entre otros.
La fase de consolidación llegó en 1996, cuando la unidad se integró a la FES Cuautitlán e inauguró actividades el 16 de octubre de ese mismo año, marcando el inicio de una etapa enfocada en la innovación y la formación de especialistas, ampliando su impacto tanto en la investigación científica como en el sector industrial.
Laboratorios
Albergados en el CAT, los laboratorios cuentan con equipos especializados para el análisis y desarrollo de investigaciones en materia de granos y semillas,
- En el laboratorio de fitopatología, la doctora María Cristina Julia Pérez Reyes, desde la micología, realiza pruebas microbiológicas para determinar la calidad sanitaria. Mediante ensayos identifica hongos que pueden desarrollarse en distintas etapas: durante su cultivo en el campo, debido a condiciones adversas; en el transporte, por un mal manejo de la humedad y temperatura; así como en el almacenamiento, donde la proliferación fúngica puede afectar la calidad.
Para estos, se emplean diferentes medios de cultivo, y como resultado de los proyectos que han realizado, el equipo ha desarrollado una micoteca, una colección de cepas.
- Por su parte, la doctora Gabriela Sánchez Hernández, responsable del análisis de calidad de semillas, se encarga de evaluar los parámetros fisiológicos y sanitarios para garantizar que las semillas cumplan con los estándares requeridos.
- Encargada del área de fitopatología, la doctora Rosa Navarrete Maya se dedica al rastreo y estudio de enfermedades bióticas que afectan a las plantas y cultivos, así como las alteraciones que se producen.
- La doctora Martha Yolanda Quezada Viay, con su conocimiento en el área de bioquímica y biología molecular, contribuye con técnicas avanzadas para el estudio de patógenos en granos. Dentro de sus líneas de investigación, también ha contribuido con el desarrollo de procesos y tecnologías de almacenamiento hermético, ayudando a preservar la calidad de los granos y reducir pérdidas postcosecha.
- En el área de microbiología, la doctora Josefina Moreno Lara se enfoca en la identificación morfológica de microorganismos como micotoxinas. Su trabajo incluye el análisis de muestras para determinar la presencia de estos contaminantes.
- Por otro lado, el doctor Sergio Jiménez Ambriz, en el laboratorio de entomología, investiga el impacto de las plagas, desarrollando estrategias para su control y prevención, sobre todo en granos almacenados.
Es importante señalar que esta unidad brinda espacios para programas de servicios sociales, trabajo con tesistas y proyectos de investigación, entre otros, con el objetivo de ampliar su alcance a más estudiantes e investigadores interesados en el área.
Algunos proyectos desarrollados en UNIGRAS
- Construcción de un sitio web para la enseñanza de hongos en cereales y micosis ocupacionales “¿Qué hongo con los cereales? Su impacto en la Industria Agroalimentaria y la Salud”.
- “Guía de buenas prácticas en centros de almacenamiento de granos”, en colaboración con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
Investigación en proceso

Como parte de los Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT), académicos de la UNIGRAS y de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria (UIM) se encuentran estudiando la resistencia de los maíces nativos frente a dos factores críticos: la infección por insectos y el desarrollo de hongos patógenos, en particular Aspergillus Flavus y Fusarium, microorganismos que representan riesgos significativos en post y pre cosecha.
En su hipótesis, los colores del maíz son dados por sustancias denominadas fenoles o antocianinas. A partir de esta idea, se ha visto que dichas sustancias tienen componentes asociados a mecanismos de defensa naturales contra plagas y hongos. El material de estudio procede principalmente de productores locales de diversos estados de la república.
Cuando el maíz está expuesto a condiciones de humedad y temperatura se llega a desarrollar el hongo Aspergillus flavus, éste a su vez produce un metabolito secundario, las aflatoxinas, que son sustancias altamente tóxicas.
Si estos granos contaminados son consumidos por animales o humanos podrían ocasionar una ingesta acumulativa, la cual puede originar diferentes niveles de toxicidad, desde un malestar estomacal hasta daño hepático, e incluso efectos cancerígenos en el esófago.
En el caso del Sitophilus granarius, también conocido como el picudo del maíz, se establecerán bioensayos, se infestarán los diferentes tipos de maíces criollos de manera forzada y, por otra parte, se creará un bioensayo de libre elección; esto con la finalidad de conocer la afinidad de la especie y la resistencia del maíz.
Los resultados preliminares buscan identificar variedades de maíz con mayor resiliencia, aportando así a estrategias para reducir pérdidas agrícolas y riesgos para la salud pública.
Frida Alondra Guzmán Ortiz