“La danza es más grande que el cuerpo físico.
Cuando bailas, tocas lo divino”
Judith Jamison
Con el respaldo de su creadora, la maestra Gloria Contreras, el Taller Coreográfico de la UNAM (TCU) presentó “Intersecciones”, la tercera temporada a cargo de la maestra Irina Marcano, directora actual de esta compañía dancística, emblema de la Universidad Nacional y de la cultura mexicana.
Teniendo como escenario el auditorio de Extensión Universitaria, el espectáculo cobró vida al filo de la una de la tarde, cuando “Solo para un ángel contemporáneo” abrió el telón. En este acto inicial, creado por la maestra Contreras como un tributo al Preludio de Rajmáninov, se encarnó la fortaleza y el poder de la figura femenina actual, inmersa en una sociedad dominada por hombres.
Más adelante, ataviados con vestuarios amarillos, un trío de bailarines presentaron “Airoso de Ofrenda”, quizá una de las piezas más exquisitas de esta agrupación, la cual fue ideada con la firme intención de llevar un mensaje de paz y esperanza en tiempos de incertidumbre.
Bajo este episodio, el danzón rompió la quietud del ambiente con “Nereidas», un número inspirado en el compositor de origen zapoteco Amador Pérez Dimas. Con ésta, el recinto se vio envuelto en un juego de seducción que, armonizado con las luces rojas que acompañaron las prendas de este mismo color, inundó el clima de pasión.
En medio de una ovación constante y homogénea por parte del público que acudió a aquella cita para celebrar el 51 aniversario de la primera unidad multidisciplinaria, los y las artistas culminaron su presentación con “Trinum”, cuya música pertenece al compositor checo Ondrej Smeykal.
Esta pieza transitó como un juego entre el tiempo y el espacio a partir de tres mujeres, quienes por poco más de cinco minutos atravesaron el movimiento a lo largo de una triada de dimensiones. Ahí, las luces que irradiaron del escenario también se volvieron protagonistas en cada acto.
Sandra Yazmín Sánchez Olvera