La coordinación de Medicina Veterinaria y Zootecnia organizó la conferencia titulada “Belleza y funcionalidad: Pruebas de aptitud”, una plática en beneficio de la salud canina, la cual fue impartida por la MVZ Eugenia Graciela López Miranda, especialista en el tema.
La ponente comenzó explicando la raza no sólo se trata de apariencia física, sino también de su forma de ser, ya que cada una de estas “castas” comparte rasgos fisiológicos, lo que influye directamente en su comportamiento y la forma en la que se relacionan con su entorno y con los humanos.
Señaló que, gracias a la diversidad de razas, es posible encontrar perros aptos para tareas muy específicas, por lo cual destacó que es importante educarlos para que sean capaces de cumplir su función. Por ejemplo, búsqueda y rescate, protección o servicio. Sin embargo, enfatizó que para saber si un perro es apto para ejecutar alguna de estas tareas, es necesario analizar diversos aspectos de su conducta.
Para saber si un perro es idóneo para llevar a cabo cierto tipo de trabajo es indispensable tomar en cuenta su aptitud, pero ¿qué rasgos determinan la aptitud?
- El carácter y el temperamento son rasgos de personalidad fundamentales. El carácter es moldeable y puede desarrollarse mediante procesos como la habituación, la socialización, el vigilo y la estimulación temprana a través de diferentes técnicas. “En cambio, el temperamento es una cualidad inmodificable, puesto que el perro nació así, en pocas palabras, el perro es como es”, explicó la MVZ López.
- El impulso dominante de un perro difícilmente va a cambiar, lo que nos da una idea de qué actividades de trabajo puede desempeñar, es decir, aquella acción que tiende a repetir con más frecuencia. Se clasifica en cuatro categorías: impulso de manada, de presa, de defensa y de huida.
- El tipo racial, tipo de inteligencia y tipo de aprendizaje, en suma, dirigen nuestra visión para el perro, al tipo de especialidad para el que será más eficiente según sus habilidades. La inteligencia se divide en tres: la instintiva: conductas y habilidades que posee el perro asociadas a su raza e impulso; la adaptativa: pueden aprender por sí mismos, de acuerdo con las consecuencias de sus conductas resuelven problemas (acceso a recursos); y, por último, funcional o de obediencia: puede aprender y colaborar con el ser humano, es un tipo de inteligencia adaptativa guiada y recompensada.
Al finalizar la ponencia, la adiestradora recalcó que, aunque la raza puede ofrecer una referencia inicial, no garantiza que un ejemplar sea apto para una tarea específica, ya que cada perro debe ser evaluado de manera individual, considerando su conjunto de cualidades y su comportamiento natural. Por lo tanto, la funcionalidad depende más del individuo que de la raza a la que este pertenezca.
Marco Enrique Villalobos Chavarín