Xiadani Itchel Gómez Rodríguez
Bajo dos importantes premisas, reducir posibles daños ecológicos y atender las demandas relacionadas con el tratamiento de residuos biológicos, la Facultad adquirió un horno incinerador capaz de realizar procesos seguros sin emitir humos, olores ni partículas que dañen la atmósfera, cumpliendo de esta manera con la normativa oficial mexicana sobre la calidad de emisión de gases.
Gestionado hace aproximadamente tres años por la División de Ciencias Químico Biológicas, a cargo de la doctora Alma Luisa Revilla Vázquez, el equipo se adquirió mediante el Programa Universitario del Medio Ambiente (PUMA), mismo que impulsa la formación de la comunidad en aspectos relacionados en políticas y procesos ambientales. Con éste se busca incinerar todo el material biológico que se genera en las diferentes áreas docentes y de investigación, el cual alcanza más de 1,250 kilos de deshechos por semana.
Además del horno de la compañía Industria Nacional de Incineradores Mexicanos (INCIMEX), que incluye los procesos de cámara primaria, cámara secundaria y postquemador, también se habilitó un espacio para el mismo, en el que se cuenta con drenaje, suministro eléctrico y otra indumentaria solicitada.
La llegada de este equipo a la Facultad hace tangible las diversas acciones para mejorar las condiciones de trabajo de la comunidad universitaria, brindar un mejor servicio, disminuir el impacto de nuestras actividades cotidianas en favor del medio ambiente y, sobre todo, resolver las problemáticas de la Universidad.
Así se precisó durante el encendido del incinerador, acontecimiento al que acudieron, entre otras autoridades, la maestra Olivia Adams Vázquez y Elizabeth Miranda Hernández, jefas del Departamento de Ciencias Biológicas y de la Sección de Ciencias Morfológicas, respectivamente, quienes también puntualizaron en la importancia de contar con aparatos de esta magnitud, que además de optimizar los procesos, responden a los requerimientos de la sociedad actual.