“Yo soy el tiempo que pasa, es mi muerte la que va en los relojes andando hacia atrás”.
Jaime Sabines
De las bellas tradiciones que tiene México, el culto a la muerte es una de las más emblemáticas. Desde la época prehispánica hasta nuestros días, hemos conservado la esperanza de la existencia perenne y de habitar un lugar más allá de lo tangible y de lo que persiste en la memoria.
Con el objetivo de hacer trascender la cultura mexicana desde sus orígenes, la plataforma cultural Arte 21 presentó su veinteava exposición colectiva Al Mictlán en la sala “Alas de Libertad”, sitio donde se reunieron obras de 25 artistas plásticos de Guadalajara, Monterrey y Torreón. Entre éstas se encontraban pinturas, esculturas y fotografías inspiradas en el “lugar de los muertos” de los mexicas.
Para ejemplificar algunas de las prácticas de dicha civilización, en la inauguración se realizó una danza para representar el Rumbo del Norte, punto donde se encuentra el pasaje del inframundo que aguarda por las almas. “No debemos olvidar las tradiciones prehispánicas, ya que nuestros antepasados creían en ellas”, señaló la organizadora de la exhibición.
Liliana Alvarado Sánchez