Combaten estrés oxidativo con curcumina y resveratrol

Relacionado con el envejecimiento y algunas enfermedades crónicas, el estrés oxidativo es un desequilibrio entre los radicales libres en el cuerpo y los antioxidantes disponibles para combatirlos. A pesar de que todos los seres vivos lo producen, se sabe que algunos de los factores que lo generan son la contaminación ambiental, el humo, la exposición a los rayos UV y una dieta inadecuada, entre otros.

Este desajuste se relaciona directamente con padecimientos como artritis reumatoidea, Parkinson, Alzheimer, arterioesclerosis, diabetes y periodontitis, así como con enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y con el cáncer.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), a inicios de 2021 las tres principales causas de muerte a nivel nacional fueron patologías del corazón (141 873, 20.8%), COVID-19 (108 658, 15.9%) y diabetes mellitus (99 733, 14.6%). Dos de estas, enfermedades que pueden ser prevenidas o tratadas (regenerando el estado de óxido reducción producido) con el consumo de antioxidantes.

Para ofrecer soluciones a este panorama, en la FES Cuautitlán se lleva a cabo la línea de investigación “Desarrollo preclínico de innovaciones farmacéuticas con Curcumina y Resveratrol contenidos en formas sólidas y en solución para el tratamiento del estrés oxidativo”, un proyecto multidisciplinario del Laboratorio Experimental de Desarrollo Farmacéutico (LEDEFAR), dirigido por la doctora Raquel López Arellano.

El equipo de trabajo está conformado por los doctores Rodolfo Cruz Rodríguez, Juan José Díaz Esquivel, Mariana Dolores Hernández, Gabriela Rodríguez Patiño, Patricia Ramírez Noguera, Roberto Díaz Torres, Víctor Manuel Díaz Sánchez, Miriam Aide Castillo Rodríguez, Bruno Solís Cruz, Daniel Hernández Patlán, Jesús Abraham Méndez Albores y Rosa Isabel Higuera Piedrahita. , así como por los maestros Elvia Adriana Morales Hipólito, Hugo Cuatecontzi Flores y Claudia Mariano Hernández.

Además, cuentan con colaboradores externos: los doctores Carla Contreras Ochoa, del Instituto Nacional de Salud Pública de Cuernavaca; María Eugenia Gonsebatt Bonaparte, del Instituto de Investigaciones Biomédicas, María Eugenia López Arellano, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), en Jiutepec, Morelos y Guillermo Téllez Isaías, de la Universidad de Arkansas.

Curcumina y resveratrol, bondades

Con varios años dedicados al estudio de los diferentes estados metabólicos del estrés oxidativo, en un inicio el grupo analizó compuestos de selenio, aplicándolos en animales de laboratorio: borregos, vacas, cabras y pollos, identificando los agentes que ayudaron a proteger a estas especies y la manera de regenerar el mal funcionamiento ocasionado por este desequilibrio.

No obstante, fue hasta que algunos médicos del Hospital de Pequeñas Especies de la Facultad les solicitaron algunos medicamentos para el tratamiento de enfermedades degenerativas, como el cáncer en perros, que comenzaron a trabajar con la curcumina, un químico muy potente derivado la cúrcuma. Con esto, descubrieron su viabilidad como coadyuvante en este tipo de padecimientos, destacando su origen natural.

A raíz de esto, los investigadores se involucraron más en el comportamiento de esta sustancia y en conocer sus bondades. “Desarrollamos métodos analíticos para poder caracterizar su pureza. Investigamos qué productos había en el mercado para elaborar medicamentos y cómo podían influir en el desempeño de su administración y encontramos laboratorios dedicados a su procesamiento, desde el cultivo. Eso nos animó mucho”, argumentó la doctora López.

De esta forma, decidieron ampliar sus estudios al resveratrol, sustancia química que se encuentra en el vino tinto, la piel de la uva y en una menor cantidad en los cacahuetes; por su alto contenido de antioxidantes. Éste lo consiguen con un proveedor en el extranjero, pues no han encontrado a alguien que lo cultive o procese en México.

Una vez resuelto lo anterior, empezaron a generar trabajos de tesis, en los que establecieron métodos de análisis a fin de conocer las características de dichas sustancias. Más adelante, realizaron preparados farmacéuticos pensados para su aplicación en la medicina veterinaria.

Cabe destacar que uno de los principios de esta investigación es usar productos que se consigan fácilmente, que sean económicos y, principalmente, que ayuden a combatir los padecimientos de la población mexicana, específicamente, las enfermedades degenerativas porque los tratamientos son caros.

Debido a que estos antioxidantes regeneran las reacciones metabólicas ocasionadas por el estrés oxidativo, han sido utilizados desde hace muchos años en la medicina tradicional para tratar diabetes y cáncer. Para el último caso, se administran junto con la quimioterapia, potenciando y aumentando su efectividad. “En menor tiempo, se logra una mejora en la calidad de vida de los pacientes”, explicó la doctora López.

Metodología

Con el objetivo de evaluar el efecto asociado con la capacidad antioxidante de la curcumina y el resveratrol, los universitarios elaboran dispersiones sólidas amorfas con diferentes excipientes combinados con cada una de las sustancias y, también, con una mezcla de las dos. Después, determinan las propiedades fisicoquímicas para elegir la dispersión que posea más ventajas para mejorar la velocidad de disolución.

De igual manera, desarrollan métodos analíticos para evaluar in vitro el comportamiento de las cápsulas y de la solución diseñada para consumo oral e inyectable.  Para esto, es necesario definir las condiciones de operación para determinar el contenido del principio activo en cada producto. Adicionalmente, estudian sustancias que les ayuden a diagnosticar la existencia de alteraciones en el estrés oxidativo y saber si actúan en beneficio del paciente.

Por otra parte, el equipo trabaja en la creación de una metodología para cuantificar los niveles de curcumina y resveratrol en plasma de rata, ya que actualmente buscan la manera de inducir estrés oxidativo en esta especie y generar tumores de cáncer de pulmón, con la intención de estudiar los compuestos en esta enfermedad.

El siguiente paso será evaluar la eficacia de sus medicamentos para disminuir el cáncer y los procesos inflamatorios que se producen por la carcinogénesis. De esta forma, los investigadores avanzan por etapas, pues la meta es generar una propuesta de medicamento para humanos.

Martha Guadalupe Díaz López