Encaminada a promover la vinculación interinstitucional, la Fundación Universitaria Bellas Artes (FUBA), Medellín llevó a cabo la Inauguración del “IV Circuito Fotográfico – Herencia 3.0”, una actividad en la que participaron alumnos de la carrera de Diseño y Comunicación Visual (DCV) con la exposición “Catrinas”.
La última edición de este evento incluyó una muestra fotográfica internacional de gran formato a cielo abierto, las piezas se ubicaron estratégicamente en distintos puntos del centro de este distrito, donde también se exhibieron obras de egresados de la FUBA, comentó durante la inauguración el maestro Enrique Xavier Aguirre Belgrano, jefe del Programa de Pregrado en Fotografía, de esta institución.
El doctor Edgar Osvaldo Archundia Gutiérrez, jefe del departamento de DCV, habló de la cosmovisión que el mexicano le otorga al Día de muertos y a la Calavera garbancera, uno de los íconos más representativos de nuestra cultura. “Trasladar las catrinas al estudio fotográfico ha sido fundamental para reinterpretar la tradición”, expresó.
En seguida, algunos de los autores charlaron sobre sus obras. Uno de ellos fue Miguel Ángel Alvarado, alumno de la Facultad, quien describió con entusiasmo su proceso creativo y resaltó algunas particularidades del contexto que se vive en nuestro país, durante las festividades de los fieles difuntos.
Nuevamente, intervino el maestro Aguirre y recordó que la fotografía testifica y documenta todo tipo de manifestaciones y acontecimientos humanos. Enfatizó que en el presente la comunicación visual ha progresado a niveles equiparables con la expresión escrita. “La imagen fotográfica nos posibilita un doble de la realidad, describe y proporciona datos del tiempo y espacio”, comentó.
En su oportunidad, Lesly Rodríguez, estudiante de esta institución, consideró que la reproducción de una imagen en condiciones de pandemia es un reto mayúsculo, pues deben usarse los recursos que se tienen a la mano, dentro de casa, especialmente aquéllos que son capaces de crear un estímulo visual.
Su obra muestra a una mujer vestida con un traje típico de china poblana, su atuendo resalta los colores patrios (verde, blanco y rojo). Los detalles del rostro y el tocado del cabello fueron colocados minuciosamente.
María Dolores Elizondo Alvarado