En el campo, las mujeres resisten

Para sumarse a la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer, la Coordinación de Ingeniería Agrícola (IA) presentó la mesa de análisis “El lado femenino de las Ciencias Agrícolas”, en la que cinco académicas reflexionaron sobre la equidad de género en esta disciplina. 

La inauguración estuvo a cargo de la ingeniera Laura Margarita Cortázar Figueroa, secretaria de Evaluación y Desarrollo de Estudios Profesionales, quien pidió entender este ejercicio como un llamado a la lucha por la paridad de oportunidades entre hombres y mujeres. “Su propósito es inspirar y permear en cada rincón de nuestra Facultad, para ofrecer una visión del futuro como punto de referencia para orientar nuestras acciones”, precisó. 

En seguida, el maestro Vicente Silva Carrillo, académico de la FES Cuautitlán,  destacó algunos de los méritos de las doctoras Gloria de los Ángeles Zita Padilla, Margarita Tadeo Robledo, María del Rocío Azcárraga Rosette, Martha Elena Domínguez Hernández y la ingeniera Minerva Téllez Ordaz, académicas de la primera multidisciplinaria y panelistas en este foro. 

Al comenzar su participación, explicaron que en la actualidad la carrera de IA, rompe paradigmas con el incremento de la presencia femenina en la matrícula escolar. Sin embargo, anunciaron que es indispensable que las estudiantes trasciendan desde el empoderamiento y amparo de la equidad de género, para que esta afluencia se mantenga activa y sea vista. 

“Conlleva una gran responsabilidad ser mujer y universitaria, especialmente porque el género femenino pocas veces tiene la posibilidad de ostentar un título universitario. Además, la juventud y el futuro del país dependen del empeño, la honestidad y el trabajo que pongamos de por medio”, coincidieron las docentes. 

Además, la doctora Tadeo recordó que desde tiempos milenarios las mujeres han trabajado el campo a la par de los hombres, pese a que nunca han tenido el derecho a la tierra propia o acceso a posiciones de liderazgo en áreas de toma de decisión. 

Tras repasar algunos de los estereotipos impuestos sobre ellas, defendieron su derecho a la equidad y dejaron claro que no buscan que se les trate mejor por su género, sensibilidad o posibilidad de ser madres. Por el contrario, apelaron por su alta capacidad intelectual, adaptabilidad, habilidades y destrezas. 

“Somos generadoras de cambio y eso nos precisa reconsiderar a diario el papel del hombre y la mujer en todos los ámbitos. Muchos jóvenes tienen en nosotros una referencia de cómo conducirse, seamos congruentes en nuestras enseñanzas y acciones”, subrayó la doctora Domínguez.

Antes de concluir, persuadieron a las presentes para educar desde casa en igualdad de condiciones y privilegiar la inteligencia sobre la fuerza, Del mismo modo, agradecieron a todas aquéllas que les antecedieron y con acciones reivindicaron el camino hacia una sociedad más justa.

María Dolores Elizondo Alvarado