Recorren virtualmente el Centro de Enseñanza Agropecuaria

Desde que entró en vigor la emergencia sanitaria por SARS-CoV-2, dos nuevas generaciones han ingresado a la UNAM vía remota, sin conocer los campus ni las instalaciones de su Facultad. Consciente de esta situación, la División de Ciencias Agropecuarias organizó el ciclo de pláticas Conoce el Centro de Enseñanza Agropecuaria (CEA).

Para iniciar la semana, el maestro Jorge López Pérez, jefe de la división, dio la bienvenida a los alumnos y explicó que la finalidad de este evento fue que conocieran dicho sitio, a su personal y las actividades que ahí se realizan por medio de estas charlas, para acercarlos a la Facultad y así reforzar su identidad universitaria.

El primer ponente fue el maestro Alan Olazábal Fenochio, jefe del CEA, quien recordó que en sus orígenes este lugar se llamaba Centro de Provisión Agropecuaria, donde se creó el Rancho Almaraz, ubicado en el Campo Cuatro. También dijo que en aquel tiempo sólo contaban con el Módulo de Bovinos y con el Área Agrícola. Sin embargo, en la actualidad, está conformado por dos unidades: la Agrícola y la Pecuaria.

Para presentar la Unidad Agrícola, el jefe del área, maestro Rubén Vargas Márquez, expuso que es una entidad multidisciplinaria constituida por cuatro módulos:  Hidroponia, Maquinaria Agrícola, Pastoreo y Producción de Forrajes, la cual trabajan en conjunto con la Unidad Pecuaria, puesto que una de sus principales misiones es producir forrajes o cultivos forrajeros para los diferentes animales que se tienen en la FES Cuautitlán.

En el caso de la Unidad Pecuaria, el maestro Israel Omar Villegas Pérez, jefe de ésta, mencionó que está integrada por siete módulos: Apicultura, Aves, Bovinos, Caprinos, Cunicultura, Equinos y Ovinos. También cuenta con tres talleres: carnes, embutidos y lácteos.

Posteriormente, todos los módulos y talleres fueron presentados por sus responsables y coincidieron en que una de las características y gran ventaja que ofrece el CEA a sus estudiantes es que se encuentra dentro de la Facultad, a unos cuantos pasos de las aulas, facilitando el acceso a la comunidad y garantizando una experiencia más real sobre estas actividades.

Por otra parte, recalcaron que en todas las áreas se pueden realizar prácticas académicas y profesionales, servicio social, estancias académicas, apoyo a proyectos de investigación, voluntariado, asesorías técnicas y cursos. “Además, es posible realizar visitas guiadas a las instalaciones y comprar productos agrícolas fabricados en los talleres”, revelaron.

Al término, los nuevos universitarios tuvieron la oportunidad de resolver sus inquietudes y una de las preguntas más recurrentes fue para saber en qué semestre podían ser voluntarios en el CEA. Los académicos respondieron que desde el primero y que sólo debían de acudir con el encargado del módulo de su interés y seguir las indicaciones para incorporarse a las actividades.

Martha Guadalupe Díaz López

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