Reflexionan sobre la ética en el ámbito empresarial

En días pasados, el licenciado Héctor Torres Sánchez, académico de esta multidisciplinaria, presentó la conferencia “Ética Empresarial”, como parte del programa anual de capacitaciones InnovaUNAM, dicha gestión estuvo a cargo del maestro Ignacio Olvera Rodríguez, jefe de la Unidad de Patentamiento, Emprendimiento y Vinculación (UNIPEV).

Para iniciar, el ponente contextualizó sobre diversos aspectos relacionados con la corrupción en México, afirmando que 8 de cada 10 mexicanos aceptaron haber consumido algún producto pirata. En consecuencia, nuestro país ocupa el segundo lugar en piratería, después de China. También es la segunda región en vías de desarrollo con los frutos financieros ilícitos más altos.

Bajo esa premisa se promueve la impunidad, ya que el 98% de los actos ilegales no tienen consecuencias jurídicas o penales, por lo tanto, en el entorno predomina la inseguridad, la inequidad y la violencia. Luego de mostrar este panorama, el académico definió el término corrupción como todo acto moralmente incorrecto, destacando que todos promovemos un ambiente de ilegalidad, pero también tenemos la posibilidad de cambiarlo.

“Debemos reconocer nuestro valor y de quienes nos rodean, la dignidad prolifera a través de la práctica y el desarrollo de los valores”, aseguró el especialista.  En ese sentido, comentó que el respeto surge cuando dejamos de reconocernos como únicos y garantizamos los derechos de los otros. Para hacerlo es fundamental distinguir nuestros principios (ideas que rigen el pensamiento o la conducta).

Estos se conforman de valores como la honestidad, veracidad y responsabilidad, entre otras. Además, son resultado de una elección propia, ya que el estado de consciencia interior nos hace responsables de cada una de nuestras acciones. Cabe destacar que los valores pueden practicarse en la empresa y los negocios.

Para realizarlo, lo primero que se debe hacer es generar confianza en el cliente. Los valores deben convertirse en pautas de acción que marquen la dirección de todos los componentes de la corporación, misma que debe ser completamente empática, enfatizó el experto.

Una vez que se cubre la necesidad básica de intercambio, el siguiente paso es generar una experiencia de consumo: ofrecer un seguimiento, hacer honor a los compromisos pactados, darles formalidad y garantizar la satisfacción del usuario.

Finalmente, el licenciado Torres sugirió que una organización que entiende esta dinámica seguramente encontrará una larga vida empresarial capaz de romper esquemas y alcanzar un umbral mayor. “Para ello el propietario debe ser un líder que acompañe todo el proceso de la compañía, dirija y ejemplifique con mucha congruencia, lo más importante es lo que ofrezco y doy a mis clientes” remató.

María Dolores Elizondo Alvarado

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