Solidaridad económica, modelo de amplios beneficios sociales

La falta de oportunidades, una inequitativa distribución económica, marginación y pobreza, entre otros factores, son algunas de las consecuencias del modelo económico de la actualidad, el capitalismo, (en su faceta Neoliberal) que ante estos impedimentos ha mermado las posibilidades de desarrollo de varios aspectos de la vida en sociedad.Sin embargo, la solidaridad económica pretende encontrar nuevas formas de entender la economía, la distribución de bienes, la producción y las relaciones interpersonales, un modelo que el maestro Víctor Alejandro Rosales Velázquez, doctorante de la Facultad de Economía de la UNAM, fomenta en la vida académica de la FES Cuautitlán.

Hacia la solidaridad económica

Su idea de participar y promover las relaciones económicas del modelo planteado surgió durante sus estudios profesionales, ya que para él las teorías económicas impartidas no presentan aplicación alguna en el ámbito social, por lo que no resultaban del todo críticas, aunado al convencional uso de las matemáticas en la disciplina.

Sería hasta su proyecto de doctorado cuando el maestro Rosales plasmara los alcances y virtudes de la llamada economía solidaria, en relación a los modelos económicos actuales que han impedido que nuestro país alcance su potencialidad.  Sin embargo, en el proceso definiría el rumbo de su trabajo en torno a la llamada solidaridad económica.

A diferencia de la economía solidaria (que pretende que la parte central del intercambio de productos o servicios sea el individuo), la solidaridad económica demuestra cómo los grupos sociales pueden solventar de manera colectiva sus necesidades materiales. “La parte económica es una parte material que los grupos humanos tratan de satisfacer, pero viendo la vida de forma completa, a partir de la parte social”, refirió el maestro.

Los beneficios

Contrario a las formas tradicionales de entender la economía, este concepto (solidaridad económica) es una forma de concebir un pensamiento colectivo que permite a las sociedades enfrentar sus necesidades materiales de una manera integral, en conjunto, como lo ha demostrado el investigador en su estudio de doctorado.

Un ejemplo de ello fue el trabajo de campo que realizó en viarias comunidades del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y en Colombia, donde sus pobladores -en palabras del maestro Rosales- “reproducen su vida”, esto es, produciendo los suficiente para satisfacer las necesidades de tipo material que requieren para vivir decentemente, pero de manera colectiva.

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Un elemento para entender tanto esto como el concepto de solidaridad económica es su relación con la idea de economía descolonial, mismo que ha servido al maestro Rosales para comprender el modelo mencionado a partir de cinco aspectos: convivencia con la naturaleza, trabajo, subjetividad (validación del conocimiento), tipos de autoridades y relaciones sexo-género.

Esto remite a varios de los beneficios de este tipo de economía: un evidente respeto a la naturaleza, ya que no se sobrexplotan los recursos al no querer producir o desear más de lo necesario para vivir; suministros, según sea el caso, más saludables, pues no se utilizan fertilizantes o agroquímicos; así como el establecimiento de una más estrecha relación entre personas y sus necesidades de consumo.

La trasformación social que esto implica, destacó el maestro Rosales, representa una alternativa para los grandes problemas sociales por los que atraviesa nuestro país, tales como el desempleo, sueldos mal pagados, nuevos modelos de contratación, como el out sourcing, y de retiro del trabajador.

“Pensar en este tipo de estrategias podría, en el corto plazo, ser vías de escape fuertes para evitar el secuestro, robo y asaltos; pensar en este tipo de prácticas de la solidaridad económica podría, potencialmente, disminuir esa violencia, porque la gente podrá pensar que hay otras opciones”, comentó el investigador.

Nuevas formas de entender la economía: la aplicación en la Facultad

Atendiendo la importancia de esta nueva economía en la sociedad, el maestro Rosales ha implementado en la Facultad diversas actividades que buscan que los alumnos vivan por sí mismos la experiencia. Desde 2010 creó el “Intercambio solidario” (este año celebró su 13 edición), con el objetivo de que los alumnos intercambien, sin dinero de por medio, algún objeto o servicio útil para otra persona a cambio de otro bien.

Así, se promueve un aspecto de la solidaridad económica, la generación de nuevos paradigmas y hábitos en los miembros de la comunidad universitaria, hecho que a su parecer hace que los asistentes encuentren otra forma de solventar necesidades sin la utilización del dinero: “lo que estamos intercambiando son las capacidades que tienen las personas o grupos humanos para satisfacer necesidades, no para acumular el dinero”, destacó.

Otra más de la aplicación que el maestro Víctor ha implementado en la Facultad se centra en el esquema de enseñanza-aprendizaje de sus asignaturas en las carreras en Administración, Contaduría y Medicina Veterinaria y Zootecnia, en las que desarrolla la sesión integrando a los estudiantes en colectivos de trabajo.

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Desarrollándose en un modelo organizativo como éste se logra adquirir el conocimiento en comunidad dado que las ideas de todos se comparten. “Ellos mismos se dan cuenta de que trabajando colectivamente logran tener un entendimiento mejor de las temáticas propuestas que haciéndolo de manera aislada”, mencionó el maestro Víctor.

Además, está por implementar un programa de servicio social que tiene como fundamentos los preceptos de la solidaridad económica, el cual buscará que los estudiantes de la Facultad puedan aportar sus conocimientos para contribuir a la mejora de las comunidades aledañas a esta casa de estudios.

Finalmente, el maestro Víctor destacó la importancia de saber trabajar en colectivos, puesto que hacerlo de manera individual limita la posibilidad de resolver las problemáticas que enfrentamos en la actualidad. De hecho, el también académico de la Facultad participa en varios colectivos que promueven este tipo de economía, ejemplo de los alcances y beneficios reales del modelo.

Por tanto, el modelo de la solidaridad económica es una manera de solucionarlas, pensando en sociedad y en la posición del hombre en el mundo, aunque es importante integrar a otras personas para poder compartir este tipo de prácticas en varios aspectos de la vida cotidiana.

Víctor M. Reyes Flores

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