Ex alumnos conversan sobre el quehacer del Bioquímico Diagnóstico

Uno de los principales objetivos al concluir una carrera universitaria es ingresar al mundo laboral. No obstante, los diversos cambios económicos, tecnológicos y sociales de los últimos años han impactado drásticamente en el mercado laboral. Para fomentar la vinculación entre estudiantes y egresados de la FES Cuautitlán, se convocó a la charla con ex alumnos “Experiencia profesional”. 

La coordinación del evento estuvo a cargo de la doctora Jazmín Flores Monroy, académica e investigadora de la Facultad, quien aseguró que la construcción de una estrategia profesional no debe centrarse únicamente en los alumnos de último semestre, de ahí la importancia de promover dinámicas de intercambio y reflexión colectiva. 

Para comenzar, la BQD Vanessa Morillon Torres, egresada de la octava generación, comentó que esta licenciatura implica retos personales, concentración, dedicación y dinamismo mental, porque la complejidad de los conceptos aumenta cada semestre. Afirmó que constantemente tienen distintas incógnitas: ¿A qué me puedo dedicar?, ¿Qué hago al terminar la universidad? ¿Estoy adquiriendo los conocimientos necesarios? 

Explicó que la carrera es tan diversa que un egresado de BQD puede desenvolverse con éxito en áreas administrativas, control de calidad y agentes microbiológicos, investigación, docencia, análisis, asuntos regulatorios y más. “Un punto muy importante en el ejercicio de nuestra profesión, dentro de cualquier ámbito, es respetar y mantener nuestro código ético”, finalizó. 

Posteriormente, el BQD Daniel Ramos Páez, de la generación cinco, conversó sobre algunos de los conocimientos adquiridos en la carrera y comentó que, aunque estos no sean especializados, son necesarios y aplicables, como en su trabajo actual, relatando que realiza investigación médica de tratamientos, equipos o medicamentos en personas. 

Su labor es la monitorización de los fármacos y consta de cuatro fases: la primera es aplicable a grupos reducidos de personas sanas, y determina la seguridad y los efectos secundarios. La siguiente se integra por 100 personas (algunas enfermas para delimitar su funcionamiento), el tratamiento y clasificar los tipos de pacientes. 

Luego, el medicamento se administra a nivel global en un número mayor de pacientes, para comparar sus resultados respecto a los ya existentes en el mercado y, de no existir algo similar, se coteja con un placebo. “Disfruto en gran medida mi trabajo, mi mayor satisfacción llega cuando veo directamente el efecto de un fármaco nuevo”, concluyó. 

El último en presentarse fue el BQD Diego Armando Ramírez Moreno, quien también ejerce en la rama de la farmacología, un ámbito que desde su punto de vista tiene mucho que ofrecer a los profesionales de la salud, pero tristemente está muy abandonado por los alumnos de las escuelas públicas.  

María Dolores Elizondo Alvarado

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