Experto imparte conferencia sobre la historia de la química

En días pasados, el Auditorio “Dr. Jesús Guzmán García” se engalanó con la presencia del doctor José Antonio Chamizo Guerrero, docente de la Facultad de Química e investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas, para impartir la conferencia  “Química: Historia, filosofía y responsabilidad”. 

Al inicio de su ponencia, el académico aseguró que esta disciplina es resultado de la fusión de diferentes oficios de la vida cotidiana (herrero, curandero, alfarero, cocinero, etcétera), “la química es donde se estudia, se práctica y se transmite cómo transformar las sustancias”, aseveró.

De acuerdo con el investigador, en los antecedentes de las ciencias y las tecnologías existen dos tendencias: la continuidad y la ruptura. La primera se resume en un conjunto de acciones eficientes basadas en conocimiento científico para transformar el mundo. La segunda tiene que ver con una revolución científica, ocasionada por un cambio de paradigma en la sociedad, propiciando modificaciones en las actividades relacionadas con ella y su enseñanza. 

Bajo este contexto, explicó que se identifican siete grandes períodos en la historia de esta ciencia, los cuales inician con la alquimia y continúan con la “protoquímica” o transformación de los oficios a la ciencia moderna, que dieron paso a las cinco revoluciones químicas que marcaron el desarrollo de la materia. 

Por otro lado, habló sobre el positivismo, corriente filosófica usada para estudiar la ciencia. En éste se destaca el método científico como medio para obtener conocimiento válido y  progresivo. Sin embargo, esta metodología fue muy cuestionada en la segunda mitad del siglo pasado y los estudiosos reconocieron que dicha postura no corresponde a sus conocimientos o trabajo. 

Después habló de los post-positivistas, quienes aceptaron la existencia de otras ciencias y diferentes métodos de obtención del conocimiento,  pues  “las actividades de un astrónomo no son iguales a las de un físico”, aseguró. Otra característica primordial es que se identificó que las investigaciones no son ajenas al entorno social en el que se desenvuelven. 

Finalmente, el ponente reflexionó sobre la responsabilidad de los químicos al desarrollar su trabajo, pues uno de sus objetivos debe ser reducir el impacto de la química en el entorno, para lo cual actualmente se desarrollan nuevos productos que son menos dañinos para la salud humana y el medio ambiente. 

“Para aquellos que se nos ha dado la capacidad de comprender la química y de practicarla como sustento, es nuestra responsabilidad usarla sabiamente, no podemos darnos el lujo de ignorar los efectos de la ciencia con la que estamos comprometidos”, concluyó.  

 

Martha Guadalupe Díaz López

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