Enuncian el ejercicio profesional de los químicos en el área forense
Hace unos días, la coordinación de Bioquímica Diagnóstica presentó en el Aula Magna de Campo Uno la conferencia “Química Legal”, impartida por el QFB Pedro Carlos Mijangos Vargas, perito en áreas como toxicología y genética forense, grafología y criminalística.
El ponente inició explicando que dependiendo de los receptores de cada estupefaciente pueden generar dependencia física o psicológica, este factor también influye en el tiempo que tardan en metabolizarse. Por ejemplo la marihuana permanece en el torrente sanguíneo por períodos más amplios, de cuatro a seis semanas, mientras que la cocaína sólo 72 horas.
Enseguida mencionó que en la toxicología es primordial saber cuantificar y conocer los diferentes dispositivos que existen para determinar el uso de drogas y resaltó la importancia de entender el tipo de control implementando en cada uno, ya que esta característica garantizará que son confiables. Además, el experto destacó que al dominar esta materia “los químicos tienen la posibilidad de establecer un negocio de determinaciones de uso de narcóticos”.
Una de las recomendaciones que hizo a los universitarios fue asistir a las procuradurías o fiscalías para realizar prácticas profesionales o servicio social, porque ahí tendrán la oportunidad de aprender más y mejorar sus destrezas a fin de manipular los equipos. “En el turno nocturno es el horario idóneo para practicar y comprender el funcionamiento de los aparatos”, aconsejó.
A fin de profundizar más en el panorama profesional, el QFB Pedro Mijangos instó a los universitarios a tener en cuenta en dónde se van a desempeñar, pues esto determinará su salario. Para ejemplificar dijo que en las industrias, en el área de análisis microbiológicos, el pago es mejor; “no obstante, si les apasionan las ciencias forenses, cada año la Fiscalía de la Ciudad de México lanza dos convocatorias para el Curso Inicial de Peritos”, aseveró.
Más adelante, habló de las pruebas presuntivas, la mayoría a base de yodo y detalló que como su nombre lo indica no son específicas, “algunas son para la familia de las caínas, benzocaína, lidocaína, etcétera. No son sólo para la cocaína, por tanto se deben confirmar en gases masas”.
Un tema en el que enfatizó fue en la ética, “yo no trabajo con el crimen organizado, hay que saber cómo decirles que no y que aunque tengamos miedo no demostrarlo”. Durante la conferencia, también proyectó algunos casos de toxicología y balística forense, junto a los asistentes analizó detalladamente cada recurso.
Para finalizar, el perito agradeció la invitación y asistencia de los universitarios, no sin antes reiterar su disposición para brindarles información y esclarecer sus dudas.
Martha Guadalupe Díaz López