Economista de la FES Cuautitlán analiza las repercusiones del COVID-19

Debido a la emergencia ante la que se encuentra el mundo por el COVID-19, es fundamental replantearnos como sociedad las consecuencias que traerá el desacato de las medidas sanitarias durante esta contingencia, pues de no cumplirse tendrán un impacto negativo en la economía y salud de la población mexicana.

A pesar de que se había contemplado que el aislamiento terminaría a inicio de mayo, es probable que la situación se aplace hasta el segundo trimestre del año. Acerca de esto, el doctor Andrés Roldán Rosales, especialista en economía y académico de FES Cuautitlán, aseveró que “depende de nosotros que esto se prolongue por más tiempo o termine pronto”.

Con esta afirmación, lanzó un llamado para que quienes cuentan con el apoyo de sus fuentes de trabajo guarden con seriedad los protocolos y, de este modo, se evite la proliferación del virus. En este sentido, el universitario aseguró que el 57% de la población económicamente activa no tiene esa oportunidad, ya que trabaja en el comercio informal.

En entrevista para la Gaceta UNAM Comunidad, el experto explicó que el impacto de este virus será demoledor en México, ya que la economía hasta el 29 de marzo tenía una tasa de desocupación del 3.5% a nivel nacional, que incrementará luego de esta pandemia.  Mientras, el escenario internacional también es pesimista, pues de acuerdo con el académico, el Banco Mundial estima que Estados Unidos y Canadá decrecerán al menos un 6%. México lo hará entre 3 y 6% en el Producto Interno Bruto (PIB).

Debido a que diversas actividades productivas están varadas, las exportaciones e importaciones han sido afectadas y el tipo de cambio se ha ido hasta los 24 pesos, lo cual encarece los insumos y bienes necesarios, éste es el caso de los alimentos y medicamentos que dependen de productos importados.

Algunas de las industrias más afectadas serán las de la construcción, la automotriz y aquéllas vinculadas con el comercio internacional. De éstas, el sector petrolero, uno de los más relevantes para el país, también sufrirá grandes daños, puesto que representa uno de los principales ingresos que se necesitarán para reactivar la economía.

“Aunque el panorama es un tanto desalentador, debemos considerar que el origen de esta crisis es diferente al de otras que ha sufrido México. Por eso, se estima que, siempre y cuando pueda disminuirse el lapso de la cuarentena, los diferentes ramos de la industria comiencen a reestructurarse”, argumentó el académico.

Acerca de las acciones que se pueden realizar para contribuir a la reactivación de la economía en México, el experto destacó, como aliados, la facilitación de créditos a microempresas y el emprendimiento de obras públicas que generen empleos.

Otra actividad que logrará amortiguar los estragos será el comercio informal, ya que mediante él la población podrá apoyarse entre sí. Finalmente, el experto reiteró que “las únicas medidas para evitar una catástrofe económica y de salud serán nuestras acciones realizadas a partir de la conciencia”.

Liliana Alvarado Sánchez

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