Ingenieros desarrollan dispositivo eléctrico para personas con discapacidad

En el mundo, millones de personas sufren de alguna discapacidad que afecta su movilidad, la forma de enfrentarse a la vida misma y su relación con las personas. Para incorporarse plenamente a las actividades diarias, en muchas ocasiones es necesario contar con un tratamiento de rehabilitación, equipos y tecnologías apropiadas, factores que juntos pueden ser determinantes para lograr la integración social del individuo.

De acuerdo con David Werner, las Normas Oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Rehabilitación Basada en la Comunidad (RBC) no han prestado demasiada importancia en los equipos técnicos de usos de rehabilitación sino en las implicaciones sociales que favorecen la incorporación social de los pacientes. Sin embargo, es importante resaltar que la utilización de estos dispositivos se ve imposibilitada por circunstancias como la pobreza y el costo que este tipo de tecnología puede alcanzar.

Ante este escenario, la iniciativa social representa una forma de erradicar las limitantes económicas. Es el caso de los hermanos Ricardo Javier San Juan Ramírez y Luis San Juan Ramírez, ambos egresados de las carreras de ITSE e IME de la Facultad, respectivamente, dos jóvenes emprendedores que desarrollaron un dispositivo que permitirá ayudar a personas con problemas de movilidad.

 

La causa: Chayito

“Chayito quiero estar de pie” es el nombre del proyecto en el que los hermanos San Juan trabajaron durante nueve meses para ayudar a Rosario Montes, una pequeña de 12 años con discapacidad originaria de Putla, Villa de Guerrero, Oaxaca, localidad de la que ellos  partieron para ingresar a la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán a través del examen de selección.

El caso clínico fue presentado por la fisioterapeuta de la  niña, una amiga en común quien pidió a los ingenieros desarrollar un aparato que le permitiera a la pequeña corregir los problemas que presenta (la inmovilidad de las extremidades inferiores de su cuerpo) después de una intervención quirúrgica a la que fue sometida, problemas que complican sus aparatos nervioso y digestivo así como el desarrollo de su musculatura.

La propuesta inicial fue elaborar un equipo estático mediante el cual Chayito pudiera mantenerse de pie; empero, los dos ingenieros egresados de la Facultad decidieron construir un dispositivo único mediante el cual ella pudiera ser más independiente y realizara actividades cotidianas sin depender de otra persona como hasta el momento.

En entrevista para Comunidad, los ingenieros destacaron que se buscó crear “un sistema que la pudiera poner de pie la mayoría del día. La solución era un aparato de bipedestación”.

 

La innovación de un sistema integrado

Una de las finalidades prácticas de la ingeniería crear tecnología que satisfaga necesidades y facilite la vida del ser humano en pro de su progreso y bienestar. Con esto en mente, los hermanos San Juan se dieron a la tarea de inventar un aparato que ayudara a Chayito desde diferentes puntos, ya no sólo uno que la mantuviera de pie, sino que la ayudara a desplazarse a diferentes puntos, volviendo más independiente la vida de la pequeña.

“Quisimos integrar un conjunto de tecnologías previamente trabajadas”, mencionaron, y a partir de tal iniciativa diseñaron un aparato que cumpliera con estas características. Era importante, además, que éste no implicara un gasto de mantenimiento demasiado alto ni complejo, acordes también a la cantidad de recursos que pudieron obtener. “El reto fue hacerlo lo más barato y simple posible para el lugar al que estaba destinado”, reconocieron los hermanos.

 

Precisamente, para la obtención de lo que se necesitaba se realizó una campaña de recolección de donativos a través de la página Donadora, así como en la misma localidad oaxaqueña. En el proceso también I+D, la start up de los hermanos San Juan, aportó con manufactura y capital humano para alcanzar la meta planteada. Así, con un total de 35 mil meses recaudados construyeron un triciclo integrado por una silla de ruedas, un bipedestador que se mueve eléctricamente.

 

El aparato de bipedestación

El dispositivo está construido con llantas de aluminio de doble pared reforzadas (como las que usan las bicis de montaña) debido a los terrenos por los cuales atravesaría Rosario y baterías de ácido plomo recargables que hacen mover el triciclo (operado por un acelerador electrónico), el cual soporta 400 kg de peso y puede cambiar su función de bipedestación a móvil y viceversa de una manera sencilla, pensada para que la niña lo arme por sí sola.

Actualmente en el mercado internacional existen bipedestadores (una de las funciones que el equipo de los hermanos San Juan hace posible), con un costo aproximado de 80 mil pesos, mayor en comparación con el producto final cuya fabricación asciende aproximadamente a los 40 mil pesos integrando los dos sistemas que caracterizan el triciclo.

Hoy, la creación de los ingenieros fue evaluada por un equipo de expertos fisioterapeutas que revisó que el tipo de materiales, las medidas de seguridad y las tallas de Rosario fueran las adecuadas para que finalmente ésta pueda utilizarlo después de un periodo de adaptación. “Lo que nos entusiasma muchos que llegue a más lugares, que se empiece a utilizar y que cambie la calidad de vida de más personas”.

 

  La razón social

La iniciativa de estos jóvenes emprendedores, además, pretende un impacto todavía mayor, puesto que buscan compartir los planos y el diseño liberando la patente a través del concepto de Creative Commons, que ofrece a los autores la posibilidad de compartir y usar el trabajo bajo las condiciones y términos que ellos mismos consideren impidiendo, en este sentido, la comercialización del producto por la industria.

La intervención intelectual permitirá que el producto original mejore sus características, además de que esta apertura implicará que el mismo llegue a más gente, beneficiando a más sectores de la población que no cuentan con los recursos económicos para adquirir en el mercado un equipo de este tipo.

De momento, Ricardo Javier San Juan Ramírez y Luis San Juan Ramírez están por titularse de sus respectivas carreras y administran un negocio propio, cuyas proyecciones de éxito son importantes. Esperan en algún momento incursionar, dada la experiencia adquirida en este proyecto, contribuir en la fabricación de otros aparatos ortopédicos, siguiendo de esta manera con la filosofía demostrada hasta el momento: la solidaridad con el prójimo, razón de ser del universitario.

Víctor M. Reyes Flores

 

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