FES Cuautitlán desarrolla tecnología para el aprovechamiento de Energías Renovables

Laura Lizbeth Lucio Leandro

El cambio climático es la mayor amenaza que enfrentan los seres vivos, ya que genera un aumento en la temperatura promedio del planeta, variación que rompe con la ruta de los procesos naturales afectando ecosistemas, cultivos y comunidades y destruyendo el equilibrio ecológico de la vida en la tierra.

De acuerdo con lo reportado por el World Bank Global Framework for Disaster Risk Reduction, México es uno de los países con mayor vulnerabilidad ante este fenómeno, ya que el 15% de su territorio y el 68.2% de su población están expuestos a sus adversidades.

Así que a pesar de que la distribución y transformación de los patrones meteorológicos es un proceso normal, el problema radica en el incremento y acumulación en la atmósfera de los gases de efecto invernadero emitidos por actividades humanas.

Por consiguiente, realizar acciones para reducir estos contaminantes y propiciar el uso de fuentes renovables es una prioridad para el mundo y la ciencia, un objetivo que el doctor Víctor Hugo Hernández Gómez, jefe del Laboratorio de Investigación en Energías Renovables de la FES Cuautitlán, lleva a cabo en la creación de tecnología.

 El contexto

Actualmente, el sector energético juega un importante papel en el crecimiento económico de los países. Como la naturaleza de los productos es finita, las industrias se han visto obligadas a incrementar la eficiencia en la producción y uso de energía para promover el potencial de alternativas sustentables.

En este sentido, las fuentes renovables, como la solar, eólica, hidráulica, geotérmica y biomasa, generalmente empleadas en la generación de electricidad y vapor para un proceso industrial o en el acondicionamiento de aire para una vivienda, entre otros, son una opción tangible de crecimiento, pues son inagotables y limpias, lo que las hace esenciales para asegurar el suministro energético del país al garantizar un beneficio ecológico y económico y mitigar las consecuencias del cambio climático a causa de combustibles fósiles.

La Secretaría de Energía indicó que este tipo de recursos crecieron a una tasa promedio anual de 2.9% de 1990 a 2010 y contribuyeron con el 19.4% de la electricidad mundial. No obstante, se espera que en 2026 dicha producción alcance un 35%, a pesar de que su costo por ejecución resulta más elevado. Particularmente, en México hay más de 230 centrales eléctricas en operación y construcción, y son Oaxaca y Veracruz los estados con el mayor número de proyectos eólicos y biomasa, respectivamente.

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Compromiso universitario

Ante el panorama actual, el doctor Hernández Gómez considera que en nuestro país existe un potencial para suministrar energía a través de fuentes renovables, lo que significa un amplio campo laboral para los ingenieros egresados de la FES Cuautitlán.

“En el territorio nacional hay bastante viento y rellenos sanitarios que se pueden utilizar para generar biogás y generar energía eléctrica, tenemos costas y se debe comenzar a generar energía a través del océano”, indicó el doctor.

Con este cometido, el académico ha realizado un arduo trabajo promoviendo sus ventajas, como el ahorro de energía y el cuidado ambiental, a través de la creación de tecnología; así, en colaboración con el ingeniero Omar Olvera García, tesistas y alumnos de servicio social, el Laboratorio desarrolla proyectos de tipo teórico y práctico.

Entre sus contribuciones se encuentran modelos analíticos que pueden describir el comportamiento térmico de algún sistema de descarga de calor, es decir, sistemas pasivos que son validados de forma experimental a partir de su implementación real.

Las líneas de  investigación, por ende, están relacionadas con energías que emplean, principalmente, el sol, viento, agua y biogás en la construcción de diferentes prototipos, como los doce Biodigestores de tipo discontinuo. “Han sido llenados con excretas de vaca y conejo del ganado de la FES Cuautitlán, y en las curvas de generación, los resultados indican que se puede tener metano por kilogramo de materia orgánica”, indicó el doctor Hernández.

Uno de los inventos enfocados al aprovechamiento solar es el Deshidratador, que permite retirar la humedad de productos alimenticios, un equipo que ha sido utilizado por alumnos de Ingeniería Agrícola para secar diversos productos: mango, piña, plátano y fresa y la combinación de todos con chile.

Asimismo, se creó un Asador de alimentos cuya superficie refleja y concentra los rayos del sol para lograr que la carne alcance la cocción deseada. Cabe destacar que este prototipo ha sido galardonado en diversos eventos, entre éstos la Feria de Ciencia y Tecnología del COMECYT y el concurso “Propuestas de solución tecnológica a problemas del Estado de México” organizado en la FES Cuautitlán y patrocinado por COMECYT, donde obtuvo el primer lugar.

De igual forma, con el apoyo de alumnos se diseñó un sistema de refrigeración didáctico que permite simular y observar el funcionamiento del ciclo de refrigeración básico. Gracias a su instrumentación, los alumnos pueden tomar lectura, crear tablas, ejecutar cálculos, desarrollar sus propias prácticas y generar conclusiones. Otros proyectos son un sistema de calentamiento de agua, un horno solar, un prototipo de sistema pasivo así como un equipo demostrativo de transferencia de calor.

Con todas estas propuestas, el Laboratorio de Investigación en Energías Renovables refleja su compromiso de formar ciudadanos que busquen minimizar las problemáticas ambientales y mejorar las demandas energéticas de nuestro país en pro de un futuro sustentable.

De esta manera, la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán incentiva el desarrollo de una conciencia ambiental en los estudiantes con el fin de que los conocimientos adquiridos sean aplicados en el campo laboral y los resultados se vean reflejados en la sociedad.

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