Una nueva propuesta para generar electricidad a base de fuentes limpias a bajo costo

Enfocada en reducir el uso de fuentes fósiles para generar electricidad, la FES Cuautitlán, en colaboración con el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL) y otras universidades, presentó en la Unidad de Seminarios «Dr. Jesús Guzmán García» el proyecto “Desarrollo de tecnologías de almacenamiento de bajo costo: baterías de flujo y celdas de combustible alcalinas”.

El doctor Joseph Johannes Henricus Pijpers, líder del proyecto en el INEEL,  explicó que estos dispositivos funcionan con dos materiales electroactivos, uno positivo y otro negativo, descargados en un reactor que convierte y almacena la energía química en electricidad.

Para el año 2050, comentó el especialista, se pretende generar un cincuenta por ciento de energías limpias y lograr el desplazamiento de la producción eólica y solar, fuentes que dependen de la estacionalidad, la intermitencia y la variabilidad.

Con respecto al tema, el doctor Eligio Pastor Rivero, académico de la Facultad y responsable técnico del proyecto, señaló: “el problema con estas tecnologías es que cuando hay demanda no hay el suministro”. Debido a ello consideró viable utilizar almacenadores de tipo electroquímico de bajo costo, los cuales, al no utilizar compuestos tóxicos, disminuyen el daño ambiental.

Durante la presentación los doctores Henricus y Pastor coincidieron en que países como Japón y China ya trabajan en baterías de flujo basadas en vanadio, un metal que por sus estados de oxidación puede ser utilizado para producir energía, cuyo precio, sin embargo, es muy elevado.

En este rubro la Facultad de Química de la UNAM brindará un importante aporte al proyecto, puesto que predecirá la configuración más adecuada para construir una batería de flujo a base de moléculas orgánicas que tendrá un bajo costo.

La Facultad, por su parte, realizará el proceso dinámico y electroquímico de los reactores, equipos que serán diseñados de manera virtual y en los que se llevarán a cabo conversiones químicas. De esta forma se prevendrán fallas en el momento de migrar la escala del laboratorio a la industria.

El proyecto que comenzó a finales del  primer bimestre de 2019 es financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y tendrá una duración de cinco años. En éste también participarán la Universidad Autónoma Metropolitana (Unidad Iztapalapa), la Universidad Autónoma de Querétaro y el Centro Nacional de Investigación y Desarrollo Tecnológico (Cenidet).

Además, con el objetivo de involucrar a los universitarios, el INNEL abrirá una convocatoria en septiembre para becar a cinco personas que deseen realizar sus maestrías. Se busca integrar a dos ingenieros químicos, uno mecánico y uno eléctrico. La Facultad brindará apoyo a dos becarios de licenciatura que deseen incorporarse.

Antes del cierre de la presentación, el doctor José Francisco Montiel Sosa, secretario General de la Facultad, reconoció la labor del Departamento de Vinculación, que contribuyó para consolidar la colaboración de la FES Cuautitlán en el proyecto. Asimismo, agradeció al INEEL por invitar a la Universidad a ser parte de tan trascendental aporte científico.

Liliana Alvarado Sánchez

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