Guillermo Soberón Acevedo, el legado que continúa vigente

“Estamos aquí para trascender, no solamente para respirar”

Martín Balarezo García

Uno de los acontecimientos más importantes para la Máxima Casa de Estudios del país es la descentralización académica y para México, el derecho de la protección de la salud. Ambos sucesos fueron ejecutados por un mismo hombre: el doctor Guillermo Soberón Acevedo, ilustre personaje que por su incansable labor como ciudadano logró trascender en la vida pública de la nación.

Titulado como médico cirujano por la UNAM, el doctor Soberón fue rector de la Universidad de 1973 a 1981, periodo en el que promovió la iniciativa de modificación del Artículo 3° constitucional, garantizando la autonomía de las universidades e instituciones de educación superior, un hecho que protegió el respeto de la libertad de cátedra e investigación.

No obstante, fue su implementación del Programa de Descentralización de Estudios Profesionales el hito que posibilitó el derecho educativo a miles de jóvenes en el país. Gracias a esta gestión se crearon las ENEP (Escuela Nacional de Estudios Profesionales), hoy Facultades de Estudios Profesionales. 

Así, como una respuesta para atender la creciente demanda de aspirantes a la educación media superior, el 22 de abril de 1974 la ENEP Cuautitlán abrió sus puertas para recibir a más de 3 mil 450 estudiantes. Después continuaron Acatlán, Iztacala, Zaragoza y Aragón, unidades multidisciplinarias que reformaron el quehacer académico, pedagógico y de investigación. En el presente atienden el 40% de la matrícula estudiantil universitaria. 

Además, en la misión de “comprender la cultura como un fenómeno cotidiano, haciendo de sus manifestaciones un elemento indispensable para la vida”, el entonces rector propició la construcción del Centro Cultural Universitario, la Biblioteca y la Hemeroteca Nacional, así como la apertura de la Sala Nezahualcóyotl. 

Años más tarde, en la administración del presidente Miguel de la Madrid, fungió como secretario de salud. Ocupando este cargo, el doctor Soberón fue autor de iniciativas tan relevantes como necesarias: el Derecho de la Protección de la Salud y la Ley General de Salud, una herencia que continúa vigente. 

Durante esta etapa, promovió la idea de que “la salud no es un gasto sino una inversión, y no es una consecuencia que ocurre después del crecimiento económico, sino una condición para que este crecimiento exista”. A través de este planteamiento, estableció cinco estrategias: descentralización, sectorización, modernización administrativa, coordinación intersectorial y participación comunitaria. 

Por esta magnánima labor, la Máxima Casa de Estudios del país rindió un homenaje póstumo al doctor Guillermo Soberón Acevedo, quien falleció a los 94 años dejando un legado invaluable en la historia de México. En palabras del doctor Enrique Graue Wiechers, rector de la UNAM, “El doctor Soberón es, sin duda, un ícono en la ciencia, la educación superior y la salud en México. Todo aquello que hizo lo hizo bien, todo lo que impulsó trascendió, fue un sustento de logros posteriores”. 

Sandra Yazmín Sánchez Olvera

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