Continúa la vida artística a la distancia 

La música con su ritmo, armonía y melodía desde siempre ha acompañado la evolución del hombre. Por ello, se le sigue considerando el lenguaje universal por excelencia. Con la finalidad de impulsar dicha expresión, el Departamento de Difusión Cultural organizó el “Ciclo de conciertos didácticos en línea”.

Como parte de la inauguración, la maestra Magdalena Copca Santana, responsable de Enseñanza Artística en la Facultad, dirigió unas palabras al público y recordó que aún ante las condiciones de contingencia y las dificultades para seguir con la cotidianidad, “la cultura en la FES Cuautitlán no se detiene, para demostrar que el enriquecimiento musical estimula todas las facultades del ser humano”. 

Luego, cedió el turno al licenciado Alejandro Emmanuel Suberza Luque, jefe del Departamento de Difusión Cultural, quien se mostró entusiasta ante la presencia del invitado en turno, el maestro Sergio David Aguirre Camacho, director general y fundador del Instituto Interdisciplinario de Música (IIM). Asimismo, señaló que, en el marco de las festividades por el 14 de febrero, una de los objetivos primordiales de esta iniciativa fue fortalecer vínculos de amor y amistad a través de la música. 

Enseguida, el maestro Aguirre se apoderó del escenario virtual y señaló que la música sirve como plataforma para amarnos primero a nosotros mismos, “ya que nadie puede dar a los otros lo que no tiene”. También exhortó al público a disfrutar todos los días la compañía de las personas a las que amamos. “Sé que estas melodías les harán recordar una parte de nuestra esencia primaria”, añadió.

Así, rememoró con melancolía el reciente fallecimiento del cantautor mexicano Armando Manzanero y para rendirle homenaje interpretó con el desplazamiento de sus manos en la tonalidad de sol mayor “Somos novios”, composición creada a principios de los años 60, considerada una de las canciones en castellano más populares de todos los tiempos y un himno a la música latina. 

Después, vino una pausa, “Allí donde todo lo puedo, donde no hay imposibles, qué me importa vivir de ilusiones si así soy feliz”, cantó el pianista como preámbulo, para seguir con otra melodía del rey del romanticismo: “Voy a apagar la luz”, denominándola un himno a la mujer o al ser querido, que además funciona para ambientar la entonación al amor.

Prosiguió con “Aline”, una pieza instrumental de Christophe Bevilacqua​, uno de los personajes más importantes de la música francesa, reconocido mundialmente gracias a este tema y a “Les Marionettes”. El concertista expresó que esta melodía no podía faltar, pues es originaria de París, la ciudad del amor. De igual forma, manifestó que cada vez que la interpreta se genera una esencia única “es romanticismo puro”, finalizó. 

Ya para el final, entonó “Amarte es un placer”, “A cómo el amor”, “Amapola”, “Adoro”, “A mi manera” y “Amor eterno”. Al terminar, los aplausos no cesaron y el pianista se despidió con una reverencia. 

María Dolores Elizondo Alvarado 

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