FES Cuautitlán presente en congreso de salud mental

Con más de 30 conferencias nacionales e internacionales, más de 28 horas de ponencias y cientos de asistentes, por tercer año consecutivo se realizó el Congreso Virtual Internacional Cerebro y Alzheimer en el Siglo XXI, gestionado por el Grupo Sinapsis, con la finalidad de promover y posicionar las neurociencias entre los profesionales de la salud y la población en general.

El foro contó con la participación de diversos especialistas, quienes a lo largo de la semana ofrecieron charlas informativas en torno a este tema. En representación de la FES Cuautitlán, el doctor José Luna Muñoz, director del BioBanco Nacional de Demencias (BND), inauguró la actividad con la conferencia “Neurodegeneración en Covid-19. Lo que viene a mediano plazo”.

Durante ésta insistió que dentro del ámbito de la investigación es ineludible compartir e informar a la sociedad sobre aquellos aspectos que les permitan mejorar su calidad de vida. Por esa razón, se mostró entusiasmado ante esta oportunidad, mencionando que “el SARS-Cov-2 es un virus complicado y altamente contagioso, que trajo consigo aislamiento social, un fenómeno que se manifiesta en alteraciones familiares y neurológicas”.

El investigador remarcó que la pandemia ha modificado las rutinas de los enfermos de Alzheimer, destacando que un paciente con este padecimiento no es capaz de asimilar o entender la razón de estos cambios, lo que deriva en la aceleración del proceso evolutivo de su enfermedad. “El COVID apresura la evolución de Alzheimer y otras demencias”, explicó.

Por ello, aseguró que es necesario implementar atención clínica, psicológica y neurodegenerativa en los enfermos de Covid-19, con la intención de comprender los mecanismos de infección indispensables y determinar la forma en la que llegó el virus al sistema central, ya que sólo así se generarán formas más eficientes de protección.

El doctor Luna resaltó que en una vez que el virus ingresa al organismo empieza a invadir los receptores de ACE2 (enzima convertidora de angiotensina 2), que se pueden encontrar en varios órganos y, aunque en un principio se sugería que no se presentaban en las neuronas, con el tiempo se ha comprobado que es posible.

De igual forma, puntualizó que se han detectado hemorragias en la sustancia blanca, reducción de neuronas, invasión de células inmunes y modificaciones graves en los ventrículos cerebrales, en fallecidos por coronavirus. Estas consecuencias se han percibido gracias a los cortes coronales del cerebro. Así pues, señaló que la investigación sobre este virus debe ir más allá de lo evidente (microinfartos, microhemorragias), para mirar a mediano y largo plazo.

Al terminar, el académico subrayó la importancia de la donación de órganos de pacientes con SARS-Cov-2 y solicitó el apoyo de las autoridades para recibirlos, “si no atendemos y no analizamos el cerebro de las personas con esta afección será difícil determinar las alteraciones de deterioro cognitivo y psiquiátricas, debemos buscar otras proteínas que puedan estarse modificando a raíz del virus”, concluyó.

María Dolores Elizondo Alvarado

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