Repensar la educación y su quehacer
El 6 de diciembre del 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación para celebrar el papel de este derecho humano y su responsabilidad colectiva como promotor de la paz y el desarrollo.
Este año, la fecha se conmemora por cuarta ocasión bajo el lema “Cambiar el rumbo, transformar la educación”. Así lo detalla el reciente informe global de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en el que se afirma es urgente reequilibrar la forma en que nos relacionamos entre nosotros, con la naturaleza y la tecnología.
Al respecto, la doctora María Andrea Trejo Márquez, académica de la FES Cuautitlán, aseguró que es necesario reflexionar sobre el proceso educativo actual, renovar las curriculas y las prácticas docentes, con la intención de formar profesionistas críticos, con conciencia social y que se involucren en ámbitos de desarrollo sustentable para que sean capaces de resolver las exigencias de su entorno.
Por esa razón, subrayó lo indispensable de incluir el trabajo multidisciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario en todas las áreas del conocimiento, puesto que a partir de esta multiplicidad y superposición surge la orientación que se requiere para la resolución de incógnitas complejas y creación de dinámicas en concordancia con la misión de la Universidad.
También, charló sobre el alcance de las buenas prácticas docentes, que tuvieron que reconceptualizarse en tiempo breve a raíz de la pandemia, valiéndose de medios tecnológicos, alternativas innovadoras y la implementación de nuevas formas de interacción. Bajo estos parámetros, “sobre la docencia se ejerce el mayor número de demandas, perspectivas y esperanzas para el futuro”, agregó.
Un punto básico para el progreso de la educación en México es la investigación, consideró la doctora Trejo, pues es un método clave para incrementar el conocimiento, gracias a la cantidad de personas que reúne y a que proporciona conclusiones sobre la realidad, los fenómenos y los hechos que se registran en nuestro país.
Por tanto, insistió en que la divulgación de la ciencia y la cultura debe incrementarse, pues su labor no necesita un desarrollo en el aula, tampoco debe ser realizada por especialistas; sin embargo, a partir de ella es posible llevar a cabo valiosos procesos de formación desde la igualdad.
“En un país como México, donde la gente lee poco, no asiste a exposiciones y no va al museo porque no tiene tiempo ni dinero, ofrecer divulgación de ciencia, tecnología y educación, de forma sencilla con acceso libre, es una manera de contribuir a la sociedad”, detalló.
Finalmente, la universitaria comentó que en el marco de esta fecha se deben fortalecer todos los medios por los cuales se pueda tener acceso a la educación, entendiendo que ninguno es más importante que otro, ya que todos son complementarios y refuerzan la divulgación del conocimiento, una de las labores sustantivas de la Universidad.
María Dolores Elizondo Alvarado