Conjugan conocimiento y diversión en la Feria de las Ciencias Biológicas
Con el objetivo de cumplir con una de las funciones sustanciales del Departamento de Ciencias Biológicas, organizar eventos motivando la participación directa de los estudiantes como parte de su formación académica, se celebró la “Feria de las Ciencias Biológicas”, gestionada durante dos días por el maestro Gerardo Arcila López Tello, jefe del área.
En las explanadas centrales de ambos campus, alumnos y docentes instalaron varios stands en los que exhibieron carteles y material educativo empleado en los laboratorios, para difundir la existencia e importancia de estos espacios, así como las actividades que ahí se realizan. También, hubo juegos de mesa adaptados a las diferentes disciplinas participantes, con la finalidad de transmitir el conocimiento de una manera didáctica y divertida.
Uno de los stands más visitados fue el que incluyó el simulador de un polígrafo montado por integrantes de la clase de Fisiología. El ejercicio consistió en colocar sensores a una persona y hacerle un cuestionario que sólo debió responder con sí o no. Si el participante se sintió nervioso liberó neurotransmisores y hormonas (noradrenalina o adrenalina), provocando cambios en el monitor y considerando una falsa respuesta.
Otro de los más concurridos fue el de Inmunología, en el que aplicaron pruebas de compatibilidad y grupos sanguíneos a los visitantes. Al momento de tomar la muestra se les enseñaron los pasos a seguir en el procedimiento hasta llegar a los resultados y su interpretación.
El maestro Alejandro de la Rosa Titapa, técnico académico, presentó el Jardín Botánico de la Facultad y mostró algunas de las plantas representativas del lugar. Como parte de la plática, mencionó que entre sus principales actividades se encuentra la conservación de la biodiversidad y el fomento de valores y conductas éticas que favorezcan el cuidado de los recursos naturales y del ambiente.
Por otra parte, la MVZ María Reyes Pichardo Molinero, docente, explicó que en su mesa exhibieron piezas anatómicas conservadas con diferentes técnicas, las cuales son usadas como material didáctico. “Los alumnos aprenden anatomía real, las pueden tocar sin temor a desgastarlas, sienten las texturas, identifican su tamaño y características. Lo mejor es que gracias a los tratamientos que aplicamos las muestras duran hasta veinte años”, aseguró.
Asimismo, los universitarios jugaron Jenga con una variante, ya que todas las piezas fueron marcadas con un número ligado a una pregunta de la Medicina Veterinaria y Zootecnia (MVZ). Para ganar se debió responder correctamente y no tirar la torre. Otro juego fue una lotería modificada con ilustraciones de anatomía.
Por su parte, los integrantes del Laboratorio de Virología Veterinaria invitaron a los estudiantes a moldear con plastilina los diferentes virus expuestos en su stand y, para mejorar la destreza de los jugadores, los hicieron lanzar dardos contra un tablero lleno de globos. La intención fue demostrar su conocimiento al superar distintas fases y tener la posibilidad de ganar un premio.