Revelan similitud en el desarrollo de fármacos de uso humano y veterinario

Dentro del marco del Ciclo de Conferencias 2022 de Medicina Preventiva y Microbiología Pecuaria, se llevó a cabo de manera híbrida la charla “Desarrollo de fármacos anticancerígenos en humanos y áreas de oportunidad en la Medicina Veterinaria”, impartida por la doctora Yudibeth Sixto López, investigadora post doctoral en el Departamento de Química Farmacéutica y Orgánica de la Facultad de Farmacia, en la Universidad de Granada. 

El primer punto de su ponencia fue la definición de fármaco, mencionando que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), refiere a toda sustancia de origen natural, sintético o biotecnológico, utilizada para el tratamiento, prevención, curación y/o diagnóstico de una enfermedad en humanos o animales. 

A partir de eso, la expositora señaló que el desarrollo de medicamentos es un proceso largo (toma alrededor de 10 a 20 años) y multidisciplinario, en el cual se usan técnicas experimentales y modelos computacionales para generar algoritmos que permitan reducir determinadas actividades biológicas, comportamientos a nivel químico, fisicoquímico y farmacológico, lo cual ayuda a disminuir los tiempos y costos para generar las nuevas moléculas. 

Después habló de las fases de la creación de nuevos fármacos para humanos: parten del descubrimiento, pasan por el desarrollo preclínico (involucra el uso de animales, modelos in vitro) y luego clínico, que se aplica en voluntarios sanos o pacientes. Cuando los datos sobre la eficacia están completos, se someten ante las autoridades para su evaluación y, al momento de su venta, se monitorea la presencia de efectos adversos no detectados durante los estudios. 

A diferencia de lo anterior, la doctora Sixto aseguró que el periodo es menor durante la producción de medicamentos veterinarios. “Las fases son parecidas, sólo cambian en el desarrollo clínico, en el que se valora la sustancia en la especie objetivo, estudiando la tolerancia para determinar la dosis y el tiempo de permanencia de los compuestos en la especie” explicó. Asimismo, se determina la seguridad de la sustancia una vez que se elimina del organismo, para conocer sus repercusiones en el ambiente, tanto del animal como de los humanos. 

En este sentido, puntualizó que entre ambos procedimientos existen similitudes, principalmente en el descubrimiento de sustancias candidatas para fármacos, “son áreas de oportunidad, varias empresas manejan a la par el desarrollo veterinario e intercambian información sobre enfermedades similares, esto da pauta para que el mecanismo sea semejante”,  explicó. 

Por otro lado, la investigadora expuso que trabaja en el diseño de moléculas anticancerígenas con el objetivo de ofrecer nuevas opciones terapéuticas. Su blanco farmacéutico son las histonas desacetilasas, una familia de proteínas con la capacidad de transcripción en el DNA, las cuales aumentan la diferenciación celular, disminuyen la proliferación y detienen el crecimiento celular.  

Esta conferencia fue gestionada por la maestra Eunise Saraí Puebla Pimentel, jefa de la Sección de Medicina Preventiva y Disciplinas de Apoyo, adscrita al Departamento de Ciencias Pecuarias.

Martha Guadalupe Díaz López

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