Rinden tributo a la psicodelia del rock
Sandra Yazmín Sánchez Olvera
En un número por de más auténtico, la banda independiente Brain Damage se presentó en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán para hacer honor a su nombre, pues por más de una hora en el escenario, sus cinco integrantes ofrecieron un espectáculo a la altura de cualquier agrupación musical profesional, demostrando así su experiencia artística.
El inicio del concierto se dio con la pieza Hey you, con la cual los músicos lograron atraer la atención de la comunidad, que al paso de algunos minutos repletó la explanada del edificio de Extensión Universitaria. Luego continuaron con Money, Time y Comfortably numb; sin embargo, fue The wall la canción que liberó la emblemática psicodelia del grupo que cambió la historia del rock en el mundo, Pink Floyd.
Catarsis musical con Flor Amargo
Xiadani Itchel Gómez Rodríguez
Emma Mayte Carballo Hernández, mejor conocida como Flor Amargo, fue la artista urbana que dejó en Campo Uno y Campo Cuatro los sonidos de su voz, piano, batería y percusiones, los cuales, en conjunto, crean su propio estilo musical, conocido como “catartic pop”.
Su participación en el escenario fue emotiva al interpretar Luciérnaga azul, que compuso inspirada en una desilusión amorosa; más tarde, en un momento de nostalgia, dedicó una canción a su abuelo, quien le enseñó la primera pieza musical con la que salió a cantar por primera vez en público: La llorona. Su presentación cerró con Tiempo, cuyas letras hablan sobre la vida, sus momentos y de los detalles más sencillos que vale la pena vivir.
Chapuzón musical
Laura Lizbeth Lucio Leandro
La comunidad de la FES Cuautitlán se dio un chapuzón de rock y pop en la explanada deportiva de Campo Cuatro, donde se reunieron tres de las más conocidas agrupaciones en esos géneros durante el Festival “Bienvenidos a la FESC”.
La celebración comenzó con una de las artistas más populares de la escena independiente, Elsa y Elmar, cantautora colombiana quien rodeada de ovaciones y aglutinación interpretó su más reciente éxito, Culpa, tengo, canción que se convirtió en la más coreada del festival.
Sin embargo, los encargados de hacer bailar a la comunidad fueron We are the grand y Oh! Cometa, dos bandas que incursionan en el indie rock haciéndolo con tintes de la época de los ochenta y noventa. Así, con Pienso en ti y Eternos, cada una logró, respectivamente, que los asistentes movieran las caderas, hombros y cabeza al compás de la lluvia de aquella tarde.
