Como una manera de integrar a la comunidad externa a las actividades culturales de nuestra Facultad, el Parque de las Esculturas ubicado en el municipio de Cuautitlán Izcalli fue el escenario que albergó la Muestra cultural de la FES Cuautitlán, donde los Talleres de Danza Regional de Campo Uno, Teatro y Salsa cubana expusieron la riqueza que distingue a la primera multidisciplinaria.

Frente a un lago cristalino, rodeado de andadores donde el metal labrado dio origen a la emotividad humana, los pobladores del ayuntamiento mexiquense se dieron cita al medio día para disfrutar de una propuesta que incluye parte de la oferta cultural de la Facultad, que se engloba en las diferentes modalidades de expresión, como las artes escénicas, visuales y literarias.

El espectáculo que contó con una importante participación del público inició con la gala de los integrantes del ahora llamado Ballet folclórico Nei Tsib (dirigido por el profesor Víctor Hugo Vallejo Ildelfonso), en cuyos giros y desplazamientos mostraron cómo el bailarín de fuego ha alcanzado el ápice de la ejecución de los bailes tradicionales de varios estados de la República.

En cada una de estas piezas, que se extendieron más allá de la mitad del evento, el representativo teatral “Antonio González Caballero” subía al entarimado para deleitar a su público con actos breves e hilarantes a manera de entremeses.

Uno de los episodios que más sonrisas causó por parte de los dirigidos por la maestra Magdalena Copca Santana fue aquél en el que un líder militar acaba completamente con su batallón, porque ignora quién era el responsable del estornudo que lo atormentó hasta el final de su guerra interna.

La presentación cerró con una clase de salsa cubana masiva. Durante ésta los asistentes subieron al escenario para practicar los cinco pasos básicos de un baile que ensalza los ritmos caribeños de un género surgido en los salones de Nueva York. 

Momentos después, las cinco parejas que conforman el Taller que es impartido los días sábados por la profesora Marisol Macías Wong contornearon sus cuerpos para dejar en alto la calidad de las actividades de nuestra Facultad. 

De esta manera, quienes han practicado durante el semestre mostraron los pasos tradicionales de la salsa cubana, como la famosa rueda casino, en la que hombres y mujeres se reunieron al centro. Luego de la petición del público, los bailarines volvieron a ejecutar la coreografía; los aplausos reinaron nuevamente como muestra de agradecimiento a su entrega.

La visita de la Facultad en escenarios externos responde a la necesidad de extender los beneficios de la Universidad a la población en general, a partir de los cuales se accede al arte como una vía de formar individuos sensibles y críticos. Gracias a este propósito, el Departamento de Difusión Cultural, área de la Coordinación de Comunicación Social y Extensión Universitaria, define su compromiso social.

Victor Manuel Reyes Flores

De las 300 voces que cantaron a Venezuela

Con la frase “Si puedes hablar, puedes cantar”, la UNAM invitó a su comunidad a la Sala Nezahualcóyotl para unirse a las voces de los coros de la Universidad y compartir momentos de solidaridad, alegría y trabajo en equipo con directores de otros países.

El concierto que se dedicó a Venezuela comenzó cuando la maestra Ana Patricia Carbajal, coordinadora del Programa Coral Universitario de la UNAM, presentó a la maestra Lourdes Sánchez Ruiz, directora de la Coral Nacional “Simón Bolívar en Venezuela”, quien dirigió a los 11 coros universitarios que formaron parte del programa.

Este semestre participaron las Facultades de Ciencias, Contaduría y Administración, Ciencias Políticas y Sociales, Psicología y Geología (recientemente integradas al programa), la Escuela Nacional de Trabajo Social, la Unidad de Posgrado y las FES Aragón, Zaragoza, Iztacala y Cuautitlán.

Vestidos de amarillo, azul y rojo, los conjuntos unieron sus voces para honrar la visita del país latinoamericano a Ciudad Universitaria. Las primeras piezas que se oyeron fueron Sayonara, una canción japonesa; Our love, una composición de George Madison; Couting, de Chris Loring y Se equivocó la paloma, poema de Rafael Alberti. 

Más adelante, la FES Cuautitlán se unió a los coros de Ciencias Políticas y Sociales, Trabajo Social, Aragón y Zaragoza para dar vida a tres melodías: Aleluya, El papagayo y El mampulorio. Los conjuntos restantes continuaron el recital con Mi teresa, Canto en versos y El tren al cielo.

Para finalizar el recital las 300 voces reunidas vocalizaron Canta una canción de amor de Alejandro Lerner y dos piezas venezolanas que llevan por título Cantemos y Polo margariteño, en las que se reflejó la dedicación de cada agrupación, las cuales crearon una hermosa armonía musical. 

Liliana Alvarado Sánchez