Repensando la pedagogía

En días pasados, el ingeniero Saúl Alejandro Diez de Sollano, coordinador de la carrera de Ingeniería Agrícola, inició el Seminario permanente 2020: Política pública, Desarrollo local y Cambio climático. La cita fue en el Aula Magna de Ingeniería, donde la doctora Ana María García Ramírez, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), presentó la ponencia “Pedagogía en la educación superior”.

Durante la charla, García Ramírez se refirió a la pedagogía como la ciencia de la educación que metodiza la enseñanza y cuyo objetivo es planificar, analizar y evaluar los procesos de aprendizaje. En sus palabras, aseguró que esta disciplina debe entenderse como un todo, ya que planea y organiza desde el contexto.

Desde la idea de que una institución educativa universitaria depende fundamentalmente de la calidad humana, pedagógica y científica de sus docentes,  mencionó que todo plan de estudio debe estar caracterizado por las líneas nacionales de educación superior, puesto que así se garantiza que los alumnos posean todas las habilidades, herramientas y competencias necesarias para su desarrollo profesional.

Posteriormente, la especialista explicó algunos de los aspectos esenciales que caracterizan el entorno social y cultural de la universidad en el siglo XXI. Uno de ellos, la urgencia de concebir ambientes institucionales propicios, donde la formación sea vista como un proceso crítico, de búsqueda, reflexión, indagación y construcción; pero que además promueva la libertad, tolerancia y creatividad, estimulando la  imaginación y las respuestas innovadoras.

Entendiendo que el cambio de época requiere revisar y reflexionar sobre los diferentes ámbitos de quehacer humano, especialmente el educativo. La doctora García Ramírez aseveró que es indispensable reestructurar  o actualizar los programas, con coherencia y clara comprensión del entorno sociocultural, político y económico, inmediato y mediato.

“También deben considerarse las condiciones óptimas para la innovación tecnológica y científica, los programas institucionales para la renovación generacional y la transferencia social del conocimiento, pues todos estos juegan un papel importante en el desarrollo de la docencia”, aseguró la pedagoga.

A manera de conclusión, la ponente comentó que la concepción del proceso de enseñanza-aprendizaje es fundamental porque los alumnos y profesores deben ser percibidos como sujetos capaces de considerar su relación  de acuerdo con el plan de estudios, las líneas de investigación y los resultados del proceso educativo. Por eso, los exhortó a  convertirse en investigadores de sus propios procesos de educación.

María Dolores Elizondo Alvarado

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