Dialogan sobre el papel de la mujer en el cambio climático

Dentro del marco de los festejos por el 47 aniversario de la FES Cuautitlán, se celebró el Segundo Ciclo Mujeres, Ciencia y Cultura con el conversatorio “El papel de las mujeres frente al cambio climático”, con las biólogas Isabel Adriana García Gómez, miembro del grupo asesor de Jóvenes en el Fondo de Población de Naciones Unidas México, y Alejandra Atzin Ramírez Hernández, directora de Sustentabilidad en la Alcaldía Azcapotzalco. 

Para moderar la charla, la doctora Alma Elisa Delgado Coellar, académica de esta multidisciplinaria, y la maestra Paola Edith Briseño Lugo, jefa de la Sección de Ciencias de la Salud Humana, explicaron que este ciclo se seguirá celebrando a lo largo de este 2021, a través de la página de Facebook “Mujeres, Ciencia y Cultura”, recomendando visitarla para conocer las fechas de los próximos eventos. 

Al tomar la palabra, la licenciada García señaló que la degradación ambiental es el resultado de cómo pensamos, construimos y vivimos en el mundo y que, por ende, la transición a la sustentabilidad implica la construcción de una nueva racionalidad, fuera de los paradigmas dominantes y discursos hegemónicos. 

Por tanto, “la ética y la política ambiental, que no contemplan las reivindicaciones sobre el género, van a mantener intacta la injusticia social”, declaró. Además, expresó que es imprescindible entender que hay dimensiones de género en el cambio climático: limitaciones económicas, normas culturales (roles que desempeñan y espacio en que se desarrollan) y brecha de género en la adopción de decisiones.

“Muy pocas veces las mujeres estamos involucradas en firmar o negociar las medidas a seguir, a nosotras nos invitan a asistir a las conferencias, pero no a la toma de decisiones”, aseguró. 

Más adelante, la licenciada Ramírez explicó que los límites planetarios establecen la capacidad de la biosfera para recuperarse de perturbaciones ocasionadas por actividades humanas a fin de volver a un estado estable. 

También, reveló que actualmente se reconocen nueve: cambio climático, integridad de la biosfera, acidificación de los océanos, agua dulce, modificaciones en el uso de suelo, ciclos de carbono y nitrógeno (fertilizantes), ozono, aerosoles en la atmósfera y la contaminación química. 

Siguiendo con esta línea, la especialista afirmó que uno de estos topes ya se sobrepasó, “es evidente que ya estamos viviendo las consecuencias del deterioro ambiental, porque está afectando nuestra forma de vida y esto genera una problemática socio ambiental”, aseveró. 

Por eso, celebró que exista el “Modelo de la dona”, que explicó de la siguiente manera “en el agujero característico se encuentran los derechos sociales de la población: comida, educación, salud, agua y vivienda, y del otro lado, en el borde externo, está la capacidad productiva del planeta como límite. Lo que está entre estas dos zonas, es el espacio seguro y justo para la humanidad, donde el desarrollo inclusivo y sustentable es posible”. 

Martha Guadalupe Díaz López

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