Charla sobre el primer manifiesto homosexual en México

Cada 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTTTI+; sin embargo, durante todo el mes esta comunidad celebra el orgullo y la libertad de poder ser ellos mismos.

Como antecedente, este festejo surgió luego de los disturbios de Stonewall (Nueva York, EEUU, 1969), en los que por primera vez la comunidad gay luchó contra la opresión que ejercía la policía hacia ellos. A raíz de este acontecimiento, los colectivos empezaron a rendirle homenaje, ya que sirvió de impulso para visibilizar la lucha por la equidad y el respeto a sus derechos.

Nuestro país no ha sido la excepción y también cuenta con sucesos que han contribuido a este movimiento, y para hablar de esto se llevó a cabo la charla “Primer Manifiesto Homosexual en México: Abriendo el Ropero”, impartida por la maestra Magdalena Copca Santana, encargada de Enseñanza Artística de la Facultad.

Al iniciar la plática, la académica narró que los mexicas usaban el término xochihua (el que porta la flor) para nombrar a aquellos hombres que vestían y hablaban como mujeres, esto según el historiador Fray Bernardino de Sahagún. Asimismo, algunos sacerdotes portaban los atuendos de deidades femeninas, entre otras situaciones que escandalizaron a los conquistadores y “propiciaron” la evangelización.

Por eso, en la Nueva España se realizó un proceso judicial en contra de Juan Galindo de la Vega, mulato que vestía de mujer y le gustaba que lo llamaran “Cotita de la Encarnación”. Este personaje fue condenado a la hoguera por cometer el pecado nefando, como se denominaban en esa época a las prácticas no heterosexuales.

Más adelante, a principios del Siglo XX, se llevó a cabo el baile de los 41, una fiesta travesti reprimida por el gobierno de Porfirio Díaz el primer caso documentado de homosexualidad en el país.

Como parte de este recuento, la maestra Copca habló del poeta Salvador Novo, mejor conocido como el “cronista de la Ciudad de México”, quien en su libro “La estatua de sal” y de manera autobiográfica narró historias de la vida homosexual de México de 1917 a 1921.

Más tarde, para 1975 se publicó en el suplemento “La Cultura en México”, de la revista Siempre, el primer manifiesto a favor de los homosexuales, titulado “Contra la práctica del ciudadano como botín policíaco”, redactado por uno de los líderes del Movimiento Estudiantil de 1968, Luis González de Alba.

Este texto es un posicionamiento sobre el peligro de que las fuerzas de seguridad no respeten los derechos, refiriéndose no sólo a violencia sino a la intolerancia y homofobia que provoca crímenes de odio. El manifiesto también invita a vigilar que exista respeto, se dé paso a la pluralidad y, sobre todo, exija la falta de impunidad.

Además, busca visibilizar la represión que viven los grupos vulnerables e incita a la reflexión sobre la voluntad política para abordar el tema. Con esto, exige la creación de políticas públicas inclusivas a fin de construir un proceso con el que se reeduque a la sociedad.

Una de las particularidades del documento es que fue firmado por intelectuales y artistas de la época, entre los que destacan Carlos Monsiváis, director de la revista, Nancy Cárdenas, Juan Rulfo, Emilio Carballido, Ofelia Medina, Carmen Salinas y José Joaquín Blanco, entre otros.

Martha Guadalupe Díaz López

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