Taller de Teatro Antonio González Caballero presenta “Desvelando ciclos”

¿Qué es un ciclo? Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), un ciclo es un conjunto de una serie de fenómenos u operaciones que se repiten ordenadamente, pero también un periodo de tiempo que, acabado, se vuelve a contar de nuevo. Para la FES Cuautitlán se cierran años escolares, semestres, los estudiantes acaban una carrera y quizá inician una maestría, incluso los profesores finalizan su carrera como docentes. Los integrantes del Taller de Teatro Antonio González Caballero narraron esto en distintas situaciones. 

Todo ciclo tiene un final, tal vez culmine y comience de nuevo o quizá nunca vuelva a suceder. A veces es fácil despedirnos y decir adiós para principiar una nueva etapa, pero otras dejar algo o a alguien puede ser la decisión más difícil de nuestra vida. Lo cierto es que esto sucede todo el tiempo,  con amigos, parejas, escuela, etcétera y no existe una receta que nos enseñe cómo hacerlo. 

“Algunos de ellos los tenemos perfectamente calculados, aunque algunos apenas y los percibimos. ¿Qué pasa con aquellos ciclos que no tenemos planeados?, que aunque sabemos que son inherentes no queremos que lleguen. A veces pensamos que estamos a punto de llegar al final. Pero, ¡Pum!, un resbalón y tenemos que regresar al principio”, expresó Luz. En ocasiones creemos que el ciclo está totalmente cerrado, pero la vida se encarga de regresarnos a él una vez más.

Por otro lado, hay ciclos que parecen que nunca van acabar y, desde el fondo de nosotros, es lo que más deseamos. “Ya no quiero sufrir así”, dijo entre sollozos Jimena. También hay cierres de ciclos que nos rompen el corazón y que pese a no querer hacerlo sabemos que es lo mejor para nosotras. “Sin mirar atrás te dejo, pero ¿habré hecho bien? Pasé noches llorando, gritando, pensando. Siento alivio, tristeza, remordimiento. Sé que hice lo mejor para mí”, recitó destrozada Edith Gachuz.

Ojalá los ciclos fueran cronológicos, ojalá cerrar uno nos asegurara que no vamos a volver a él o que vamos a pasar al siguiente fácilmente. Ojalá todo estuviera perfectamente estructurado. “Imaginemos que la vida de cada uno es un libro dividido por capítulos, que cuando se cierra un ciclo se pasa de un capítulo al inicio del siguiente, o así es como debería de ser, ¿No?, pero ¿Qué pasa con esos libros que no van en orden?”, cuestionó Bryan Pineda. ¿Qué pasa con esas situaciones que creímos dejar atrás, pero con el pasar de los años volvemos a ellos para entender el presente?

Miriam Copca sabe que en algunas ocasiones los cierres de ciclos pueden ser de cosas superficiales o poco profundas, pero “a veces esto va más allá. Es escribir, es leer nuestra propia historia una y otra vez y darnos cuenta de todo lo que está mal o de lo que no hemos hecho bien. Cerrar un ciclo es percatarte de tus errores, para mejorar, cambiar, crecer y darte un giro. Es no tener miedo a una nueva historia que puede gustarte más y no tener un final. Así que, si te estás pintando el cabello y sentiste que aun así no lograste nada, mejor mírate a un espejo, perdónate, sonríe, y empieza de la mejor manera para ti”.

Doce integrantes, doce perspectivas de los ciclos, doce perspectivas de cómo, cuándo y porqué algo llega a su fin. Narraron cierres de un amor, un cambio de ciudad, una situación traumática, un momento feliz. Sin importar el ciclo, los integrantes del taller de teatro, desde diferentes puntos de vista, compartieron lo que, para ellos, es un cierre, un final, el inicio de un nuevo ciclo.

También podría gustarte