Un verano diferente

Durante casi tres semanas, más de 150 niños y jóvenes formaron parte del Curso de Verano 2019 organizado por el Departamento de Actividades Deportivas y Recreativas (DADyR), uno de los eventos que mayor fuerza ha adquirido en los últimos tiempos y que demuestra el compromiso que la FES Cuautitlán tiene con la formación de individuos sanos en lo físico y mental. 

Dirigidos por los profesores de las diferentes disciplinas deportivas de la Facultad, los participantes cuyas edades van de los cinco hasta los 18 años se reunieron en Campo Cuatro para ponerse a prueba en las tradicionales competencias de soccer, basquetbol, futbol, beisbol, tocho, tenis, lima lama y taekwondo, entre otros.

Este año el curso también incluyó el crossfit y el box, que pusieron al límite la resistencia, los reflejos y el temple de los partícipes. Además, con apoyo de las coordinaciones de MVZ, Ingeniería Agrícola e IME, se recorrió el rancho de la Facultad, el Hospital de Equinos, el Jardín Botánico y los laboratorios de Ingeniería, donde se acercaron a los animales, plantaron una semilla y crearon un Wall-e a partir de principios básicos de robótica y electrónica.

Una experiencia nueva fue la plática sobre la mariposa monarca, los torneos deportivos realizados de acuerdo con las habilidades y edad de los inscritos y la llamada Olimpiada Infantil y Juvenil, que comprendió una serie de ejercicios de atletismo: la carrera de relevos, la competencia de los cien metros y los saltos de longitud. 

Sin embargo, el campamento fue el momento inolvidable. En la noche, con la fogata encendida, los bombones sobre el fuego y las casas de acampar armadas, niños y jóvenes demostraron y reforzaron su autoestima frente a sus compañeros en el taller de talentos, que exploró sus habilidades y creatividad en una jornada que se extendió hasta el amanecer.

Finalmente, antes de la ceremonia de clausura en la que se entregaron los reconocimientos, los padres de familia y sus hijos convivieron en una clase masiva de zumba y en la carrera de carritos de cartón. Ese mismo sábado todos los involucrados disfrutaron de un día de campo como una manera de decir hasta pronto.

El licenciado Oscar Orduño Yáñez, jefe del DADyR, comentó en entrevista que después de cinco años de la renovación del curso, éste ha adquirido mayor presencia entre la comunidad interna y externa en consecuencia de los objetivos formativos que se persiguen, la experiencia de los profesores (certificados por la UNAM y otras instancias), la accesibilidad y la calidad del programa. De hecho, de los aproximadamente 40 inscritos del principio, hoy la cifra se ha cuadruplicado.

“Estamos contribuyendo a su formación como individuos en lo físico y social, desarrollando sus capacidades coordinativas y propiciando la integración, la amistad, la comunicación y el trabajo colaborativo”, destacó. Con los recursos obtenidos por el Curso de Verano, el Departamento adquirirá material para enriquecer los entrenamientos de quienes practican el deporte en nuestra Facultad.

Victor Manuel Reyes Flores

También podría gustarte