Develan a las grandes científicas del mundo

Una vez más, mediante la plataforma virtual del Departamento de Difusión Cultural de la Facultad, el Taller de Teatro Antonio González Caballero dio muestra del talento y entusiasmo de sus integrantes con la puesta en escena “Desvelando Cuentos de Mujeres en la Ciencia”, a propósito de la conmemoración por el 11F. 

Dotada de la atmósfera perfecta, apareció en escena la bióloga Wangari Muta Maathai, la primera mujer que obtuvo un doctorado en África y el Premio Nobel de la Paz en 2004, quien relató algunas de sus hazañas sobre la creación del Movimiento Cinturón Verde, por medio del cual incitó a las mujeres a recolectar semillas de árboles para crear invernaderos y recibir una remuneración económica por ello.  

Esta actividad fue clave para la emancipación y empoderamiento de las campesinas en aquel entonces. Además, dicho personaje es reconocido por sus iniciativas activistas en pro de los derechos femeninos, principalmente dentro de las universidades kenianas, donde luchó por la igualdad de oportunidades y salarios. 

En seguida, la dramaturgia de Luz Serrano Castro cobró vida con la interpretación de la química y cristalógrafa Rosalind Franklin. La actuación se ubicó en el lanzamiento de un artículo para la Revista Nature, en el que se ofreció un aporte sustancial para la comprensión de las estructuras moleculares del ADN. En su número, también habló sobre los obstáculos enfrentados y el afanoso trabajo que antecedió su proyecto. 

Más tarde, los científicos James Watson y Francis Crick aparecieron en la pantalla para ejecutar deshonrosas artimañas, para robar y apropiarse de la investigación de Franklin (La Fotografía 51), lo cual les valió el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1962. 

Para el siguiente acto, la astrónoma Vera Cooper Rubin describió su fascinación por el cielo nocturno, “siempre supe que en el firmamento sucedían cosas que no podían ser vistas por el ojo humano”, expresó. Su pasión la convirtió en pionera en la medición de la rotación de las estrellas dentro de una galaxia, rechazando lo establecido en el modelo teórico de entonces. Su principio lógico fue que las curvas de rotación galácticas se mantienen planas, la evidencia más clara de la existencia de materia oscura. 

El montaje sucesivo estuvo a cargo de Pamela Armas, quien interpretó a la poeta y astrónoma Wang Zhenyi, una joven descendiente de la dinastía Qing, quien solo vivió 29 años, pero marcó un referente académico en una época en la que el género femenino solo podía aspirar a ser ama de casa. Hoy se le recuerda por la escritura de 12 libros sobre  matemáticas y astronomía, así como  el descubrimiento de los eclipses lunares. 

La puesta en escena también abordó aspectos de la vida de la cosmonauta Valentina Tereshkova, la física y química Marie Curie, la filósofa Hipatia de Alejandría y la ingeniera e inventora Hedy Lamarr, confirmando el importante papel de las mujeres en la ciencia.

María Dolores Elizondo Alvarado

También podría gustarte